Si estás molesto, no piensas lo que dices, dices lo que sientes por efectos de la molestia.

Sabemos que lo peor que se puede hacer es expresar lo que se siente cuando estas molesto. Eso es un tremendo error. La experiencia nos dice que, al estar alterado emocionalmente, no estamos en condiciones de usar nuestro cerebro de la manera más adecuada. Por esa circunstancia, al comunicarnos o al realizar lo que realmente deseamos hacer, con ese estado de ánimo alterado, nos hace cometer faltas graves, con efectos muy dañinos. Al darnos cuenta de que estamos en esta situación negativa, es importante realizar algunas actividades que nos permitan tomar el control de nuestro comportamiento y de esta forma, darle un mejor uso a nuestra mente. Podemos entre otras cosas, además de internalizar tu estado anímico, respirar profundo en varias oportunidades, caminar, tomar agua estabilizarte a nivel fisiológico, al intentar que tu respiración y palpitaciones del corazón, bajen su ritmo y estés en mejores condiciones de actuar conscientemente. Es importante el desviar la atención de la situación incómoda en que te encuentras. Para eso, aparte de lo expresado en el párrafo anterior, debes cambiar obligatoriamente tus pensamientos actuales que te mantienen ligado al problema, eso te despegará de él. Recordar momentos felices, paseos, compañías, sitios, etc., evocaciones que te hayan producido emociones positivas, una música en especial, et., etc., Todo aquello que te aleje del conflicto y que puedas concentrar tu atención en las nuevas cosas recordadas. Pero el dialogo interior es siempre lo primero que se realiza. Esta comunicación contigo mismo, es básica. El estar consciente de que te encuentras en un contexto difícil, te ayudará a poder controlar tu imaginación. A tener nuevas y mejores perspectivas del evento. El tener control de tus emociones, el mismo cerebro te indicará varias de las rutas a seguir. Tu análisis contribuirá a seleccionar esa salida apropiada a tu escenario. Siempre se podrá mejorar algo, así que no te detengas jamás en la primera ocurrencia, solo piensa y verifica que esta es la mejor. La principal condición para resolver una situación crítica es estar en pleno dominio de tus facultades mentales. Que la cólera, la ira o el miedo, que son emociones dañinas, no te dominen y paralicen, disminuye su poder y efectos sobre ti y de modo consciente y equilibrado actúa y decide. El cerebro está diseñado para suministrarte, según sean tus pensamientos, opciones relacionadas al espíritu de lo pensado. Si tu actitud es positiva, las referencias que el cerebro te traerá también lo serán. Solo razona y escucha tu intuición y llegarás a una conclusión conveniente. El estar en estas condiciones te permite al hablar expresarte de la mejor manera y transmitir en realidad lo que necesitas y deseas comunicar y no cometer los errores antes señalados al estar bajo el control de un enfado. Cambia tu modo de pensar y cambiarás tu realidad. Esta máxima es completamente cierta. Pero, eso no significa que modificarás a tu entorno y las cosas que allí están cambiaran. ¡No!, ese no es la verdad. Lo que sucede es que, al cambiar tu mente, tus pensamientos, actitud y ánimo, te darán la capacidad de interpretar y observar el ambiente, con otra visión, otro enfoque, otra perspectiva, como ya señalamos. Conseguirás con esa mentalidad, tener una mejor disquisición de lo que ves, y como consecuencia tendrás otros modos de concebir, entender o discernir tu entorno. ¡Cambia tú y cambiara el mundo! Qué te parece. Todo está al alcance de tus pensamientos, no lo olvides y vive tu existencia, en la mejor forma posible. Siempre viendo el resultado que buscas, sigue adelante, no te detengas. e-mail: jesuspirela9@gmail.com

LA IMPORTANCIA Y EL PODER QUE TIENE EL SABER ESCUCHAR

En un artículo anterior escribí sobre la importancia del preguntar y sus consecuencias. Ahora toca ver lo contrario, el escuchar. Cuáles son sus implicaciones y consecuencias. Primero les diré, que el escuchar necesita de más voluntad, atención y enfoque, que el mismo preguntar. Es más difícil aprender a escuchar con atención que el hablar y sus resultados son también valiosísimos. Al escuchar con atención, sobre todo cuando el tema te agrada o te interesa, necesita de mucha concentración y raciocinio. Debemos ir sobre la marcha, discerniendo, comprendiendo y entendiendo lo escuchado. Eso tiene varios resultados. Podría aclarar dudas, aumentar tu conocimiento del asunto y te prepara mejor para seguir realizando nuevas preguntas o continuar con respeto y consideración la escucha. Es una fuente de aprendizaje enorme y provechosa. A la vez que aumenta tú preparación del tema y te prepara mejor para su interiorización y de ese modo aplicarlos en su oportunidad. Escuchas, aprendes y aplicas en tu vida esas lecciones. Así vamos superando etapas y episodios, con herramientas necesarias para solventar situaciones críticas u obstáculos imprevistos. El saber escuchar contribuye a que la persona a quien escuchas de lo mejor de sí, al verse motivada con tu atención. El escuchar es mucho más importante que el hablar, además necesitas más participación cerebral y concentración. Una escucha activa, hace la comunicación más fluida y efectiva. Beneficiosa para ambos. Siempre hay que dejar al interlocutor expresar completamente su idea, de ese modo se evitarán malas interpretaciones y se comprenderá mejor el contenido. Siempre será una herramienta muy útil para el que escucha, sobre todo en una discusión o en una conversación laboral o de negocios. Dejar hablar al otro es obtener mayor cantidad de razones y herramientas para aceptar, rechazar una cuestión especifica o complementar más y mejor con nuevas soluciones positivas para ambos. Conocerás más y mejor a tu contendiente si lo dejas hablar más. Él te ira suministrando información que podrías utilizar para crear un ambiente óptimo para todos. Es una capacidad conveniente y provechosa que está llena de condiciones favorables. Te permite lograr objetivos que serían imposibles alcanzarlos de otra manera. La situación ganar/ganar se logra al tener una escucha efectiva y dinámica. Todo lo conseguirás si sabes escuchar y comunicarte con efectividad y claridad. Como lo decía anteriormente, cuando una persona que habla siente o percibe que está siendo escuchada con atención y respeto, produce en ella ciertas condiciones mentales beneficiosas para la comunicación. Baja la presión, da confianza y estimula a proseguir la conversación hasta un final feliz y productivo. Como se observará, escuchar con esmero permite que una conversación sea lo más beneficiosa para sus participantes. Genera profundas reflexiones y análisis y permite llegar a conclusiones positivas y satisfactorias. Es crear un circulo virtuoso. Escuchamos con eficacia, entendemos y profundizamos en el tema, se pregunta y se aclaran las dudas. En general, se amplía el conocimiento de los participantes. No hay conversaciones inútiles, si estás dispuesto a buscar en el interlocutor, cosas que seguro el sabe y que tu no. Al no ser iguales, nuestras experiencias y conocimiento en la vida serán incuestionablemente diferente, por consiguiente jamás sabremos todo, así que encontrar algo que ignoramos es una oportunidad que se nos presenta a cada momento y debemos estar preparados para identificarla y hacerla nuestra. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela