TODA ACCIÓN PRODUCE MÚLTIPLES EFECTOS, RESPUESTAS O REACCIONES

Posiblemente les extrañará mucho el que diga que una acción pueda tener múltiples reacciones, pero es la verdad y no me estoy refiriendo a lo que expresa le física cuántica, la cual es una de sus principios fundamentales, pero no!!.. me refiero a una acción nuestra, en el mundo real, “macro”. En este espacio también se producen varias respuestas o efectos que en la mayoría de las veces no nos damos cuenta, no vemos o ignoramos. Pero debo agregar algo más. No hay nada que se haga sin tener esto un efecto en nuestro entorno y viceversa. Vivimos en una eterna y continua relación con la naturaleza, donde tanto ella como nosotros nos influenciamos permanentemente, cambiándonos. Es parte de la evolución de todos. Los ejemplos, son variadisimos y todos somos participe de su existencia. En muchos casos podemos observar la aparición de esta relación que se retroalimenta y podemos sentir o ver como ella ejerce su cometido. Podría ser dentro de nuestro propio cuerpo o fuera de él, esos son los terrenos de estas ocurrencias. Nada está fuera de su rango de acción. ¡¡Increíble verdad!! Para una explicación que pueda aclarar esta afirmación, intentaré dar algunos testimonios o evidencias que se realizan con mucha frecuencia y que serán altamente convincentes de esta situación, aun siendo ellos muy sencillos. Antes, me gustaría agregar algo que estoy seguro ayudará a aclarar mucho de lo que escribiré luego. El cerebro, ese órgano rector que poseemos, no solo da órdenes al cuerpo, como subir o bajar la mano, tomar una taza y ponerla en la mesa, quitarte los anteojos, etc. El también recibe órdenes del cuerpo. Cuando tienes una herida, de inmediato te hará producir dolor en el sitio en cuestión, el dolor te dirá, sepárate de allí e intenta no moverte, además ordenará que neurotransmisores ayuden a que no se infeste la herida, decidirá que los vasos sanguíneos superficiales a la herida se cierren para evitar un derrame y que la sangre que salga se coagule al estar en contacto con el aire, todo eso producto de algo que sucedió en la piel. Otro. Al faltar agua en el cuerpo, este le informa al cerebro la necesidad de agua y el cerebro de inmediato creará la necesidad de agua y eso producirá tener sed y así saciar este requisito al instante. Por cierto, para que esto no se produzca, “hay que tomar agua, sin tener sed” Como se observará, es una comunicación mente-cuerpo en ambos sentidos y de forma constante, por lo consiguiente toda tu fisiología estarán en equilibrio, estables y así las funciones de todos sus órganos se ejecutan de modo natural, como deben ser. Iniciaremos con algunas explicaciones cotidianas de relativa simpleza. Si, por ejemplo, vamos por la calle y le sonreímos a la persona que va en sentido contrario a nosotros, aún sin conocerla, podemos producir en ella varias reacciones y que de las cuales, posiblemente nos demos cuenta de una sola de ellas. Al sonreírle, una de las más frecuentes respuestas o efectos, es que esa persona nos devuelva la sonrisa. Pero lo que no sabemos, es que produjo esa sonrisa dentro de su mente. Hay varias opciones. Una, podría ser que ella continúe sonriendo, eso hace que su cerebro produzca neurotransmisores capaces de aumentar ese supuesto estado de alegría, felicidad o de relajación -digo supuesto, porque la sonrisa podría ser fingida y aun así no importa-, además de otras acciones consecuencia de ese estado anímico producto de la sonrisa, el cual podría crear en el mismo individuo o en otras personas que imiten ese mismo comportamiento, creando una cadena sin fin y solo por una simple sonrisa. sorprendente, cierto!! Es una sucesión de eventos, directos e indirectos imposibles de seguir, pero seguro de su existencia, por esa comunicación mente-cuerpo, que no podemos ignorar jamás. Veamos otro caso. Suponiendo que iniciamos una rutina de ejercicios físicos. No solo los músculos utilizados en el mismo sienten su efecto. Se vigorizan, aumentan de volumen y su fuerza, además sucede que nuestro corazón aumenta la frecuencia de sus latidos y como consecuencia directa, nuestra irrigación de sangre se hace mayor. El resultado de todo esto, no solo es en la parte física, hay un efecto importantísimo en la parte mental. Podemos pensar con mayor efectividad, las neuronas al tener mayor irrigación y con presencia de agua, oxígeno y nutrientes pueden ejercer sus funciones de manera más eficiente. Nuestro estrés se minimiza hasta desaparecer, nos produce un mejor sueño y esto continúa sus consecuencias en otros entornos del cuerpo. Nos sentimos mejor, más alegres, tranquilos, de mejor humor y nuestro estado de ánimo sube, haciendo que la autoestima también crezca. Y sus secuelas siguen por un tiempo ejerciendo sus influencias, en este caso positivas, que nos permiten tener un mayor y mejor control de nuestros pensamientos, emociones y acciones. Seguimos. ¿Sabes que sucede cuando tenemos un pensamiento? Al tener un pensamiento, es porque el cerebro ha activado una red de neuronas, con ramificaciones y contacto en varias zonas de él, que tienen relación con el contenido e intención de dicho pensamiento. Si el pensamiento es positivo -podría ser negativo-, esa red neuronal tendrá conexiones con otras redes de neuronas, que se vinculan con situaciones, recuerdos o experiencias afines y que son también positivas. Así que cuando realizas una acción con este estado anímico -positivo o alegre-, las respuestas serán también serán con una perspectiva provechosa. No hay tal, Ley de la atracción, ni nada por el estilo. Todo tiene una razón científica, nada es por arte de magia. Podemos obtener estos estados anímicos deseados, si le damos un uso adecuado al cerebro, por ejemplo: con actitudes positivas, las cuales son creadoras de emociones revitalizadoras, convenientes y eficaces. Es un círculo virtuoso, que se retroalimenta de forma continua. Debemos entonces tener siempre presenta que nada que se haga pasa desapercibido y sin efecto, todo tendrá consecuencias en ti y en tu entorno, aunque sea una simple acción, alguien o algo tendrá su influencia. Todo un poder, que ignorábamos pero que poseemos. Es allí la importancia de nuestros actos y de nuestro entorno. Por lo consiguiente, es bueno insistir en este órgano. El cerebro es tan poderoso que además podemos influenciar o manipular a una persona no con una acción realizada, sino mediante la palabra, para lograr de ella lo mejor o todo lo contrario. Para ello, les invito a que busquen en este mismo blog, algunos artículos que he escrito sobre: El Efecto Pigmalión, o La Reciprocidad del comportamiento humano, como también sobre La Regla de Oro o Ley del Beneficio Mutuo. Allí encontraran su explicación y los efectos que generan, además de cómo se originan y se darán cuenta de lo formidable que es el cerebro. Nada es imposible, todo lo que puedas imaginar lo podrás crear o lograr. Solo es necesario ser perseverante, arriesgarse, intentarlo siempre y no desfallecer. Con una apropiada actitud, las metas que has imaginado con anterioridad, serán conseguidas. E-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela