¿ES BUENO EL ARREPENTIMIENTO?

¿ES BUENO EL ARREPENTIMIENTO? El arrepentimiento es un juicio que hace la persona, al reflexionar y razonar, sobre una acción realizada en el pasado considerada luego como una decisión, o una acción lamentable. Es una situación mental donde se mezclan las emociones producidas por su recuerdo y de las consecuencias que se causaron y que son la causante del arrepentimiento que sentimos y la parte racional que analiza en la actualidad los efectos que se produjeron en el pasado y que seguimos arrastrando. Es bueno recordar la causa del remordimiento, pero es mucho mejor haber aprendido la lección y de las consecuencias que derivaron de esa lamentable falla. Si el hecho puede resarcirse, pues se debe de inmediato intentarlo. Claro, para esto, es importante la comunicación con el perjudicado y dar las excusas y los argumentos justificados o no, que sean necesarios. Si por el contrario es imposible la corrección, debes aceptarlo así e intentar olvidarlo. En muchas oportunidades, el arrepentimiento también sucede no por algo realizado, sino por algo que no hiciste. En este caso, solo debes dejar de lado lo ocurrido y jamás iniciar una conversación interior, donde razonas de las ¨posibles consecuencias¨ de si realmente lo hubieras hecho. Así caes en el campo de la especulación y es una pérdida de tiempo y energía, además de la tortura inducida que te producirá un malestar causado por supuestas interrogantes que carecen de fundamento. Intenta olvidar eso lo antes posible. Además, si no lo hiciste, es porque no era el momento y punto, siempre lo que sucede es lo mejor. Hay casos muy particulares, como el siguiente. Cuando te arrepientes, no de lo que hayas hecho tú, al cual tienes razones de peso, sino de la reacción sorpresiva que provocaste en la persona con quien conversabas y que no era tú intención. Dependiendo del signo de sus efectos, debes intervenir para abrir canales de desahogos, aclarar situaciones o complementar tu apreciación. Debemos entender y comprender que lo que ha pasado es lo único que podía haber sucedido y cada uno, tendrá el aprendizaje requerido y necesario de tal situación. El arrepentirse, definitivamente es dañino para la salud. Saber que no puedes remediar ni cambiar nada, todo está en el pasado y eso hace que descuides el presente, el ahora, que es la realidad donde debes vivir intensamente. El pasar mucho tiempo en el pasado es como dijo Shakespeare: es arruinar tu presente por un pasado que no tiene futuro. El asunto es el siguiente: cuando tenemos un remordimiento, el cerebro arma de nuevo una estructura mental similar a la que teníamos cuando realizamos el acto, que en el presente nos causa el remordimiento. En esa configuración mental no solo trae al presente la situación física y su entorno, sino también se reestablecen las emociones vividas en el instante. Es un duplicar del momento experimentado y sus consecuencias internas y externas. Lo diferente es que en la actualidad posees más conocimiento y esa capacidad te permite ver de otra forma ese evento negativo pasado. Esa visión más global de la situación te permite vislumbrar nuevos enfoques no vistos anteriormente, lo cual pueden modificar las emociones sentidas y las transforman en otras no dañinas o más ligeras. De este modo has podido cambiar los efectos negativos de esa experiencia pasada te causaba al recordarla. Esos cambios realizados en tu recuerdo te ayudarán a tomar mejores decisiones en situaciones similares, al aplicar lo nuevo aprendido y usar esa modificación de la experiencia negativa, ahora como apalancamiento a nuevas destrezas, que de seguro te harán cosechar mejores resultados. Todo esto se debe a una de las condiciones que nos diferencia de los demás mamíferos, la de imaginar el futuro, reconstruirlo, planearlo o construir nuevos posibles escenarios, para poder andar de manera más eficaz y con mayor posibilidad de éxito en la toma de decisiones por venir y como consecuencia directa la disminución de arrepentimientos que bajan la autoestima te debilitan y te producen malestar emocional y físicos. E-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela El arrepentimiento es un juicio que hace la persona, al reflexionar y razonar, sobre una acción realizada en el pasado considerada luego como una decisión, o una acción lamentable. Es una situación mental donde se mezclan las emociones producidas por su recuerdo y de las consecuencias que se causaron y que son la causante del arrepentimiento que sentimos y la parte racional que analiza en la actualidad los efectos que se produjeron en el pasado y que seguimos arrastrando. Es bueno recordar la causa del remordimiento, pero es mucho mejor haber aprendido la lección y de las consecuencias que derivaron de esa lamentable falla. Si el hecho puede resarcirse, pues se debe de inmediato intentarlo. Claro, para esto, es importante la comunicación con el perjudicado y dar las excusas y los argumentos justificados o no, que sean necesarios. Si por el contrario es imposible la corrección, debes aceptarlo así e intentar olvidarlo. En muchas oportunidades, el arrepentimiento también sucede no por algo realizado, sino por algo que no hiciste. En este caso, solo debes dejar de lado lo ocurrido y jamás iniciar una conversación interior, donde razonas de las ¨posibles consecuencias¨ de si realmente lo hubieras hecho. Así caes en el campo de la especulación y es una pérdida de tiempo y energía, además de la tortura inducida que te producirá un malestar causado por supuestas interrogantes que carecen de fundamento. Intenta olvidar eso lo antes posible. Además, si no lo hiciste, es porque no era el momento y punto, siempre lo que sucede es lo mejor. Hay casos muy particulares, como el siguiente. Cuando te arrepientes, no de lo que hayas hecho tú, al cual tienes razones de peso, sino de la reacción sorpresiva que provocaste en la persona con quien conversabas y que no era tú intención. Dependiendo del signo de sus efectos, debes intervenir para abrir canales de desahogos, aclarar situaciones o complementar tu apreciación. Debemos entender y comprender que lo que ha pasado es lo único que podía haber sucedido y cada uno, tendrá el aprendizaje requerido y necesario de tal situación. El arrepentirse, definitivamente es dañino para la salud. Saber que no puedes remediar ni cambiar nada, todo está en el pasado y eso hace que descuides el presente, el ahora, que es la realidad donde debes vivir intensamente. El pasar mucho tiempo en el pasado es como dijo Shakespeare: es arruinar tu presente por un pasado que no tiene futuro. El asunto es el siguiente: cuando tenemos un remordimiento, el cerebro arma de nuevo una estructura mental similar a la que teníamos cuando realizamos el acto, que en el presente nos causa el remordimiento. En esa configuración mental no solo trae al presente la situación física y su entorno, sino también se reestablecen las emociones vividas en el instante. Es un duplicar del momento experimentado y sus consecuencias internas y externas. Lo diferente es que en la actualidad posees más conocimiento y esa capacidad te permite ver de otra forma ese evento negativo pasado. Esa visión más global de la situación te permite vislumbrar nuevos enfoques no vistos anteriormente, lo cual pueden modificar las emociones sentidas y las transforman en otras no dañinas o más ligeras. De este modo has podido cambiar los efectos negativos de esa experiencia pasada te causaba al recordarla. Esos cambios realizados en tu recuerdo te ayudarán a tomar mejores decisiones en situaciones similares, al aplicar lo nuevo aprendido y usar esa modificación de la experiencia negativa, ahora como apalancamiento a nuevas destrezas, que de seguro te harán cosechar mejores resultados. Todo esto se debe a una de las condiciones que nos diferencia de los demás mamíferos, la de imaginar el futuro, reconstruirlo, planearlo o construir nuevos posibles escenarios, para poder andar de manera más eficaz y con mayor posibilidad de éxito en la toma de decisiones por venir y como consecuencia directa la disminución de arrepentimientos que bajan la autoestima te debilitan y te producen malestar emocional y físicos. E-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela

LOS ENEMIGOS DE LA PRODUCTIVIDAD O LASTRES LABORALES Como sabemos, la productividad es, por decirlo de una manera sencilla y clara, el hacer mucho más en el menor tiempo y costo posible, y con la mayor calidad permitida, es ser altamente eficiente, trabajar con un alto rendimiento económico y con alta calidad. Pero normalmente aparecen en nuestro diario trajín laboral, muchas acciones u factores que entorpecen su rendimiento y creatividad. Las iré mencionando sin ningún orden de importancia o de jerarquías. Todas son desperdicios y obstáculos que impiden una mayor producción y muy pocas veces nos oponemos a ellas, lo cual trae como daños colaterales, consecuencias negativas para la empresa y su desarrollo financiero, como también el crecimiento profesional de cada uno de los integrantes o trabajadores de la empresa. Comenzaré enumerando cuales son esos obstáculos: El intentar demostrar que se es muy efectivo y desear realizar más de una cosa a la vez. Trae consecuencias negativas. Primero te hace más lento y deficiente en ambas actividades. Al estar concentrado en una acción laboral, se construye una estructura mental del proceso a seguir, que se pierde al realizar otra actividad diferente. Al perder ese esquema mental que tenías, regresar a él es difícil y mientras transcurre más el tiempo, se hace más dificultoso lograr la misma representación original. Todo eso hace desperdiciar un tiempo valioso, con la posible desventaja, de no recrear la misma configuración cerebral. Se ha demostrado una y otra vez, qué realizando dos o más actividades simultáneas, los resultados son nefastos, con la consabida pérdida de tiempo y dinero, aparte de la desmotivación que produce en el grupo laboral. El trabajar más, se produce menos. Aunque pareciera una contradicción, no lo es. Al trabajar mucho y seguido, sin descanso produce cansancio que te induce a cometer más errores y la corrección de estas fallas, es sin duda un atraso. La fatiga mental producto de estar mucho tiempo en una misma actividad y presionado por el tiempo, solo te hará más lento y errático. Es un circuito negativo que se retroalimenta por si mismo y sus efectos son cada vez más perturbadores. Evita eso. Descansa y serás más creativo y productivo, sin duda. El realizar actividades que se solapen, que se repliquen es una pérdida de energía y de tiempo colectivo. El que hecho que dos empleados realicen la misma gestión, es una falta de programación y gerencia. Es importante realizar un diagrama de flujo por lo menos, para constatar cada actividad, quien la realiza, en qué lugar y cuando y así evitar esos inconvenientes y retardadores de la acción laboral. La existencia de personas altamente perturbadoras, que solo hacen resaltar lo negativo de los trabajadores, el caso de los supervisores -cargo eliminado en la mayoría de las empresas de alto impacto-. Si cada trabajador se le formó para que hiciera bien su labor, no es necesario otra persona que se dedique a ver dónde se cometen errores. Las fallas pueden aparecer producto del cansancio, falta de concentración o interrupciones accidentales, los cuales se deben corregir de modo inmediato. ¡¡Ojo!! También hay gerentes o jefes que realizan este trabajo al provocar miedo y terror, de ese modo deprimen, suben la tensión ambiental y baja la autoestima del trabajador, trayendo como resultados un aumento de los errores y el estrés, elimina la creatividad y aleja a los trabajadores a que adquieran un verdadero compromiso y lealtad con la empresa. El necesitar actos heroicos para culminar una tarea. Esto es la negación del trabajo de un buen equipo. El necesitar este tipo de acción para realizar un trabajo o lograr los objetivos, es porque hay un gran problema de planificación, comunicación y gerencia. Revisar el proceso y determinar su causa. No saber trabajar en equipo. El “Nosotros” es superior al “Yo”. Un equipo cohesionado, es un grupo de trabajadores empeñados y comprometidos en realizar lo mejor en cada actividad y solo se puede hacer, si existe una verdadera y frecuente comunicación entre sus integrantes, además de tener plena autonomía para tomar las decisiones respectivas cuando sea necesario. Ellos son lo mejores y más capaces conocedores de la actividad que están ejecutando, así que lo normal es darle el control de que hacer y cuando hacerlo. Los equipos de alto rendimiento son equipos llamados multi-cerebrales, todos sus integrantes, piensan y razonan por un mismo objetivo, sin perder de vista la meta a lograr. No hay un líder, todos los son en algún momento, es una jerarquía plana. Realizar actividades irrelevantes y absurdas, que con frecuencia se ejecutan, como el llenado de formularios o informes, que nadie jamás lee, el ir a reuniones sin agenda en su mayoría exigidas por la gerencia, donde solo se pierde el tiempo, desestimula al trabajador, distrae y desconcentra. Una verdadera calamidad que es obligatoria, por quien la exige, pero inefectiva y contraproducente. No asistas a reuniones sin una agenda previa, a no sea una reunión social con compañeros de trabajo, lo cual es muy conveniente y necesario. El reproceso o falla laboral. El no realizar una actividad bien, desde la primera vez. Esta falta, muchas veces hace perder más tiempo que realizar la actividad de nuevo. Produce desgano, fatiga y fastidio laboral. Aprende tu oficio bien, capacítate y resuelve tu labor con calidad, así no cometerás errores y lograrás el éxito profesional y financiero. E-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela