NO TRATES DE CONVERCER A NADIE, ES UN ESFUERZO PERDIDO

Son muchas las veces que nos enfrascamos en tratar de convencer a alguien, de algo, que para nosotros esta claro, es evidente o estamos completamente convencidos de su certeza, por medio de estudios o por nuestra propia experiencia. Todo ese esfuerzo, es un gasto inútil de energía y tiempo, además de que te altera el carácter y modifica en negativo tu estado de ánimo. Las personas testaduras o cerradas mentalmente, difícilmente aceptan otra explicación sobre cualquier cosa que ya ellos hayan supuestamente asimilado o procesado.
Esta tipología de personas, que no transigen, que son inflexibles, herméticas, que no permiten siquiera otra visión diferente a la de ellos, abundan en nuestro entorno. Digo que el esfuerzo es desgastante, porque para hacer que alguien cambie de parecer, de idea o de pensar sobre algo específico, se necesita mucho más que tiempo y disposición. Es necesario, realizar un cambio en su estructura de pensamiento, en el marco mental, en sus referencias negativas, en definitiva, en su comportamiento. Es una tarea inútil, agobiadora, desgastante y perturbadora. Solo debemos, cuando consideramos tener la razón y ésta estar perfectamente documentada, hacer que comprendan lo que expresamos. Si se logra este objetivo, es un triunfo obtenido, y solo debemos esperar, que la idea o la información dada, sea procesada en la forma debida y se pueda de esa manera, conseguir el cambio deseado.
Cuando una persona, se encuentra en esa situación, de no permitir nada del entorno, de no escuchar y ni siquiera intentar una comprensión o entendimiento de lo que se conversa, ya que se considera documentado, satisfecho de su supuesta sabiduría, seria patológico de nuestra parte, iniciar una travesía disparatada y que solo nos conducirá a la desesperación y a la angustia mental.
Lo que deberíamos hacer, es abandonar ese tipo de interacción con personas con esas características, e iniciarlas con otro interlocutor más prometedor. Una buena conversación, donde ambos sepan escuchar, es una fuente inigualable de obtención de conocimiento y se conseguirá un mayor depósito emocional de beneficios incalculables para ambos y lo mejor de todo eso, es la cantidad de situaciones y de distintas relaciones fructíferas que somos capaces de conseguir durante nuestra vida.
Los estudiosos de la evolución humana, dicen que supuestamente, fue nuestra capacidad de comunicarnos lo que hizo que nuestro cerebro sea de mayor dimensión en comparación con los otros grandes simios, pero además de esa estupenda razón, una buena comunicación, nos suministrara muchísimos conocimientos y experiencias, que no podríamos adquirirlas personalmente, en nuestra corta vida.
El hecho de saber escuchar, de asimilar y comprender lo que se conversa, es como nutrirnos de la experiencias de los demás, es aprender sin dar un paso en falso y en el menor tiempo posible. Es adquirir un conocimiento, sin gasto de energía y con la posibilidad estupenda de aplicarlo de inmediato. En otras palabras, el saber escuchar, es una herramienta indispensable para poder posicionarnos de información, de manera fácil, pudiendo hacer los correctivos necesarios en ese mismo instante, sin pérdidas ni fracasos. Es vivir los momentos de otros, pero ya perfectamente evaluados, procesados y aprobados. Es como si otra persona, después de depurar y limpiar el camino, nos permita transitar en el, con todas las señalizaciones correspondientes para llegar al sitio que deseamos.
Las personas, deben, de manera individual, tomar sus decisiones. Por consiguiente, el intentar hacer que alguien haga lo que deseas, aunque sea por su bien, además de ser un gasto innecesario de energía y tiempo, es algo que no debemos intentar, es imprescindible que cada quien, resuelva de la forma que considere mas conveniente su día a día, y de ese modo, acumular la experiencia o el conocimiento requerido para disfrutar de su única vida.
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