SINCRONÍA EMOCIONAL

Cada día adelantamos más sobre este tema. Los descubrimientos científicos, los libros y los artículos publicados, nos permiten profundizar en esta materia, todos los días un poco más.
Las emociones, nos han llamado la atención de una forma extrema. Desde que Daniel Goleman, saco su famosísimo libro sobre Inteligencia emocional, no se han dejado de publicar más libros y artículos. Los adelantos científicos, ahora más fáciles de entender e interpretar, porque estamos más enterados ahora y es más frecuente su discusión en los círculos interesados.
Como inicio, lo considerado más importante era su control –emocional-. El conocer de que se trataba, sentir su presencia y verificar los cambios que producía, no solo mental, sino fisiológico. El advertir su presencia y sus efectos, nos ha suministrado una herramienta de inmenso valor, para nuestra salud física y mental, además de los resultados que conseguimos al poder administrar su energía por caminos convenientes y beneficiosos, para quienes dominan este proceso emocional.
Los diálogos interiores, las respiraciones profundas, el cambio voluntario del comportamiento de nuestro cuerpo -a otras posturas diferentes- modificando las reacciones emotivas negativas anteriores compatibles, nos permiten ir superando y capacitándonos progresivamente, en el uso de estas herramientas de gran valor humano y evolutivo. Además de las características naturales de la biología humana, como es el sentir empatía, nos coloca en un nivel especial en la ruta del entendimiento y comprensión de los semejantes. Haciéndonos más reflexivos, justos y cooperadores, cualidades básicas para la superación como especie desarrollada.
Las dimensiones del cerebro humano, no se creó por azar, ello fue consecuencia -según los estudiosos de la materia- de exactamente, las interrelaciones existentes entre seres semejantes. El hablar, comunicarnos y llegar a pactos y acuerdos, fue altamente necesario. Como también lo fue, el poder aprender de los demás, al contar sus experiencia. El poder informar sobre la ubicación de la comida o de la existencia de predadores, hicieron de la vida humana, más fructífera y en continuo crecimiento.
La cooperación, la empatía y la justicia, nos llevaron a niveles cada vez más altos en la escala. Haciéndonos más poderosos y productivos.
Unos de los descubrimientos más importantes en este ámbito, es algo sumamente sencillo, tanto de entender, como de ponerlo en práctica.
Muchos expertos lo dicen y en todos los libros aparece; que uno de las acciones más importantes para realizar un cambio favorable de alguna emoción dañina, es el respirar profundamente. Cómo algo tan simple, pueda -como por arte de magia- realizar tal efecto. Aunque es sencillo, lo que en él está implícito, es algo fundamental para nosotros.
El proceso es el siguiente: Al comenzar a respira profundo, de inmediato hace que desvíes tu atención a tu respiración. Ese detalle ya te aleja, de alguna manera, de la emoción dañina. Luego se inicia un proceso de continuas modificaciones fisiológicas y mentales. El hecho es que; al ir entrando en una sincronización, entre tu respiración y los latidos de tu corazón, ese simple acto le envía información al cerebro sobre ese estado mental tranquilo y equilibrado. La reacción del órgano más importante nuestro, es enviar neurotransmisores productores de esas mismas características, que aumentan el efecto inicial. Este proceso se repite, como un círculo virtuoso que se retroalimenta: más paz, más neurotransmisores productores de los mismos efectos y así sucesivamente.
En próximos artículos profundizaré en este punto.

jesuspirela9@gmail.com

ESPONTANEIDAD ES MUY DIFERENTE A AUTOMATISMO

Cuando los temas penetran en el entendimiento de las personas, esto hace que consideren muy importante leer cualquier artículo relacionado con mismo. Entonces hay que insistir y continuar escribiendo sobre la misma materia, aun cuando sea con diferentes argumentos, pero todos coincidentes y ratificadores.
Estamos acostumbrados a permanecer en nuestra zona de comodidad. Allí tenemos todo lo que conocemos. Tanto los probables problemas -ya todos conocidos- como sus también posibles soluciones. Todo está allí, no necesitamos de ninguna otra cosa, que no sea haber tenido los mismos inconvenientes o similares en ocasiones pasadas, y recordar como lo resolvimos.
Cuando reaccionamos de esa forma, nuestras acciones se convierten en automáticas. Para nada hemos utilizado el cerebro para pensar en que otra manera se puede resolver, el dilema en cuestión. Estamos como se dice en el argot popular: “en automático”. Tenemos puesto ese piloto en todo momento y eso nos facilita y nos tranquiliza la vida. Todo está controlado.
Viviendo allí, la vida pasa sin anormalidades, es rutina y actos reflejos mentales. Lo malo es que no adquirimos nada. No ganamos casi nada, no aprendemos -como debe ser- de manera continua, para prepararnos cada vez más en la adaptación al entorno y la obtención, del éxito deseado en la vida.
Cuando utilizamos nuestra intuición, estamos conectándonos con el inconsciente directamente. La intuición es estar en contacto con un conocimiento directo e inmediato, al que tenemos alcance sin saber cómo, pero aparece cuando es necesario y conveniente. En la intuición, entra a funcionar todo lo aprendido sobre la materia. Es por eso que al tener una oportunidad, ella aparece y realiza su acción eficientemente. No es un automatismo, es espontaneidad en acción.
La espontaneidad, me permite rápidamente, observar las alternativas posibles. Las posibilidades que tengo en resolver una situación de una manera satisfactoria y no utilizada con anterioridad. No es reaccionar ante un estimulo simplemente, como lo es el acto reflejo, sino, actuar convenientemente y según nuestros conocimiento y herramientas disponibles.
Para la espontaneidad, se necesita voluntad, querer hacerlo, tener otra posibilidad en mente y actuar. El automatismo, al contrario, es intentar lo mismo, no variar, ni experimentar nada nuevo. Es como decía, estar en piloto automático, la maquina lo hará, no necesita pensar, solo recibe órdenes, obedece. La espontaneidad, es búsqueda, intentos nuevos y experimentación serena y segura.
Es posible que muchas personas, lo consideren lo mismo, pero no es así. Su diferencia radica en la intención, en el deseo de hacer y en la capacidad tacita de poder realizarlo a satisfacción. El automatismo es seguir igual, sin cambios ni alteraciones. Es seguir donde mismo, no adelantas pero si te atrasa.
El la jerga taurina, en el ejército y en muchas situaciones de la vida, ser espontaneo, es tener agallas, controlar el miedo y sobreponerse al momento. Eso es lo que se necesita en la vida, para tener éxito y ser feliz. Atreverte.

jesuspirela9@gmail.com