CONCIENTIZAR A TU SUBCONSCIENTE

CONCIENTIZAR A TU SUBCONSCIENTE Primero empezaré diciendo que la mente inconsciente (o subconsciente) es aproximadamente el 90 % de la mente humana, el otro aproximado de 10% es la mente consciente, la que siempre utilizamos para pensar en lógica, decidir levantar una mano o saber que el agua moja, por ejemplo. El ejemplo del iceberg es un buen gráfico, la parte que observamos del iceberg, la que está sobre la línea de flotación, es la mente consciente, lo que está debajo, es la inconsciente. Aunque estemos siempre pensando en que estamos trabajando o usando nuestra mente consciente, es algo errado. El subconsciente todo el tiempo está allí, aunque no lo sepamos ni lo advertimos. Al conversar, aunque conozcamos el tema o en una conversación sin destino, libre, que tenemos con una persona, como creen ustedes que logramos concadenar una cosa con otra, cambiando de tema a cada instante, sin pensarlo, y sin estar buscando palabras que concuerden con lo conversado y lo hagamos sin esfuerzo alguno. Eso lo realiza la mente subconsciente, ella es capaz de procesar hasta once millones (11.000.000) de bits por segundo, mientas nuestra mente consciente podrá solo a procesar entre 30 o 50 como máximo bits por segundo, de información captada por nuestros sentidos. En el subconsciente, están las emociones, todo lo que permite luego ser sentido por la consciencia al ser esto un acto racional, él es el que controla todo acto automático o involuntario, o sea toda función biológica que no necesita y no podrían, ser controladas conscientemente, como los latidos del corazón, la respiración, aunque esta la podemos controlar cuando deseamos, el parpadear, etc., todas estas funciones son vitales para nuestra existencia y para la conservación de la especie. De la mente inconsciente depende nuestras reacciones involuntarias en caso de peligro. El hecho de agacharse al escuchar un sonido fuete o un disparo, el colocar las manos adelante en una caída, el sentir miedo ante un predador y huir o paralizarnos hasta pasado el peligro. El subconsciente es un autómata, es reactivo, responde ante cada estímulo captado por los sentidos y siempre lo hace del mismo modo, hasta que podamos cambiar lo ya programado en el momento de su formación, es decir, modificar de alguna manera la experiencia o el recuerdo, causante de una fobia o un trauma. Para eso se necesita hacer consciente el acto que se desea modificar o eliminar. El especialista se encargará de realizar los cambios mentales necesarios como una actitud adecuada, con emociones positivas favorables en el momento en que se recuerde la experiencia traumática. De este modo, el recuerdo modificado será guardado, pero ahora tendrá diferente significado, muy diferente del anterior recuerdo, causante del trauma o de la fobia. Pero para hacer que esta mente subconsciente, que posee todas nuestras experiencias, conocimientos y eventos vividos, grabados y guardados, lo tengamos a la disposición, es imposible. Pero hay unas vías de acceso a ella, aunque sea de manera parcial. Mediante la hipnosis, es posible penetrar en ella y realizar algunas modificaciones a recuerdos de hechos perturbadores y dañinos, -como lo explicamos en un segmento anterior-. Pero, también y esto es muy importante, aprender a escuchar a nuestra “intuición”. Esas corazonadas o la vocecita que nos dice al oído algunas cosas que debemos hacer o no hacer. La intuición es casi siempre muy acertada en sus recomendaciones, respuestas o alertas. Es una especie de razonamiento interior que realiza la mente subconsciente, luego de revisar todos los contenidos relacionados o que te tengan que ver con el asunto tratado y con un cierto de grado de aproximación bastante alto, aunque algunas veces no la interpretemos bien y sus resultados no se correspondan a la realidad deseada. Toda esa búsqueda, lo realiza en un instante, por su increíble velocidad de procesamiento. Si nos educamos y aprendemos a escuchar e identificar a los avisos de la intuición, tendríamos en nuestras manos una herramienta poderosísima y altamente efectiva en los instantes en que se hace presente. Sacarle buen provecho a la intuición, es causa de logros y éxitos qué de otra forma, se dificultarían. Esa mente subconsciente, no juzga, ni rechaza, solo capta el contenido sin darle signos de negativos o positivo. Ella solo lo guarda. De allí la importancia de no repetir, por ejemplo: “yo no puedo”, “no soy capaz”, y cosas por el estilo, porque la mente subconsciente preserva el sentir de la expresión y se reajusta de esa manera. Igual sucede cuando las expresiones o pensamientos son positivos, modifica el software y lo programa con esa misma guía emotiva y como consecuencia reacciona y actúa positivamente. Otra cosa que no se puede dejar de decir, es que cuando conscientemente te planteas un problema o tienes una duda, y al poco tiempo olvidas lo planteado, el subconsciente sigue en la búsqueda de la solución o de la explicación que aclare tu duda. Hasta aparecer como una idea repentina o con una posible solución, sin haber estado en ese momento pensando en el problema. Esa es la corazonada, la voz, que no es otra que la intuición que hace acto de presencia y da su respuesta. También podemos hacer que trabaje para nosotros, por intermedio de la sugestión, una especie de autohipnosis. Esa capacidad que poseemos los humanos, para convencernos de algo y tomarlo como real, así será grabado y bajo esa premisa actuará cuando se presente la oportunidad. El Efecto Pigmalión, o la Profecía de la realización personal, entre otros ejemplos, grafican perfectamente el contenido de lo escrito en el parráfo. El hecho de tener una herramienta que nos pueda acercar al subconsciente, interpretarlo y escucharlo, es algo que atraerá el éxito y aumentará los momentos de felicidad y paz. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela