LA FELICIDAD NO TE LA GANAS, TE LA DAS.

LA FELICIDAD NO TE LA GANAS, TE LA DAS. Estamos en una continua búsqueda de la felicidad. Sin darnos cuenta, de que ella, no es algo que tú debes ganarte. Nada, ni nadie podrá suministrártela, aunque quisiera. Es imposible hacer tal acción. Ella es producto de un proceso mental, que cada uno debe realizar, pero solo algunos lo logran. Podrás darte felicidad, solo si estás complacido contigo mismo. Si te quieres verdaderamente. Si alejas de tu mente pensamientos con intenciones equivocadas, para no decir, negativas o destructivas. Si ayudas a los demás, sin esperar recompensas. Al disfrutar plenamente lo que tienes y no buscas obtener más, de lo que necesitas. Cuando tu familia está unida y es feliz de estar juntos. Cuando tienes verdaderas amistades y la lista sigue aumentando, no importando la diferencia de edad. Cuando conviertes en una rutina virtuosa, el hacer con frecuencia ejercicios físicos. Al alimentarte bien y sin excesos. Cuando no te comparas con nadie, no envidias, ni juzgas a los demás. Cuando sabes que cada palabra que emites se convierte en una emoción que te hará feliz o infeliz y que cada una de ellas, producirá en tu cuerpo reacciones fisiológicas inmediatas, relacionadas con esa emoción sentida y que ese cambio en tu cuerpo y expresiones, crean un comportamiento, que podrá ser imitado, causando respuestas conexas a tu emoción. Es importante saber, que la felicidad es algo subjetivo. Dependerá de tu calidad de vida y no de tu nivel de vida. Podrías ser muy rico y ser infeliz. Cuando te liberas de los apegos, cuando no dependas emocionalmente de nada ni de nadie, entonces, evitarás el sufrimiento y el dolor. Si dependes de algo o de alguien, esta situación te generará miedo a perderlo y esta ansiedad a su vez, producirá en ti, inseguridad y estrés. El hecho de desapegarte de todo no significa dejar de sentir, de amar. Solo que te encuentras en un nivel de conciencia, donde observas de manera neutral, donde no juzgas. Es estar sin carencias, porque amas lo que tienes y lo que eres. Con ese estado de conciencia, serás feliz y esa realización la compartirás con tu familia, amigos y en cualquier escenario social. Deja vivir a los demás y vivirás tu vida a plenitud. Escucha a las personas y disfruta la naturaleza en sus diversos aromas, sonidos y formas. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela

LOS INSTRUMENTOS INVISIBLES DE UNA COMUNICACIÓN EFICAZ

LOS INSTRUMENTOS INVISIBLES DE UNA COMUNICACIÓN EFICAZ Es muy normal, que no nos demos cuenta, que las herramientas utilizadas para comunicarnos con otro ser humano, sean usadas de la manera más efectiva posible. Desconocemos casi siempre lo valiosos que son, estando en el proceso de comunicarnos. Esos instrumentos, sirven para influir, convencer, comprender, enseñar o simplemente, relacionarnos con nuestros semejantes, en cualquier teatro social. Podríamos señalar sobre este asunto, que el lenguaje corporal y la palabra, son los medios empleados para lograr el fin. Ellos se complementan de tal forma, que hacen que lo expresado al conversar, atraiga la atención del interlocutor, que su contenido sea claro, que sea comprendido y logre el objetivo deseado. Este fin, podrá ser positivo o negativo, todo dependerá de la intención de quien habla y la manera en que será percibido por el interlocutor. Los medios usados para una comunicación efectiva son altamente significativos y poderosos. Tanto es así, que ni siquiera nosotros mismos podemos controlarle, dirigirle o eliminarle, debido a que, desconocemos su presencia en el proceso de comunicación. Son factores activos y determinantes, al animarnos y estimularnos, si nuestra intención es ser sinceros, honestos y agradecidos, como también nos delatarán si mentimos, al develar algún malsano propósito, que se haya escondido en tu información. Los gestos imperceptibles e instantáneos, que aparecen en nuestro rostro, cuando nos comunicamos, son inconscientes, pero agregan una información adicional a tus expresiones. Dicha información es descodificada o detectada, por el o las personas a quien hemos captado su atención, dependiendo de su grado de percepción particular. Esos cuasi-invisibles movimientos, permiten aceptar o rechazar lo que se escucha, de forma involuntaria, además de delinear con mayor precisión, la veracidad o no de su contenido y de su intención. Es tu intuición, que, sin darte cuenta, te dice calladamente al oído: que algo no está bien, o me parece que eso es mentira. No son corazonadas, son simples deducciones, de lo que has escuchado y visto. Igualmente, sucede con los movimientos de los ojos. Ellos suministran muchos más datos, que se añadirán a lo que se habla y que se encuentran solapados “entre líneas”, en las expresiones orales. Pero hay un detalle, al que deseo detenerme un instante, y no es en la palabra, sino como dices las palabras. Es en el factor sonoro: La voz. La voz, tiene sus características muy personales. Posee variaciones en el ritmo, la intensidad, la melodía y el tono. Algunas de estas peculiaridades, podríamos provocarle algunas modificaciones a voluntad. Podemos fingir, dramatizar o actuar, pero hay otros rasgos, que, aunque deseáramos eliminarlos o modificarlos, no lo podríamos lograr y estos servirán para que el que escucha, saque mejores conclusiones de lo que oye. La voz, además, es un sonido personal y de gran capacidad de penetración. Su tono, su potencia y armonía, puede llegar a conquistar, enamorar o atraer a aquellas personas que encuentran en ella calidez y en su pronunciación y contenido, produciendo una total atención, de lo escuchado. Es un elemento de reconocimiento y de identificación inmediata y a distancia. Muchas personas la utilizan para influenciar o convencer a otros, sobre algo específico. Su uso es fácil, para crear sentimientos de cualquier tipo, como también sugestionar y hacer que se realicen variados propósitos, tantos negativos, como positivos -p.e. El Efecto Pigmalión- Es así su poder. En el caso de una llamada por teléfono, cuando no se pueden ver los gestos faciales o la mirada de quien habla, es más fácil mentir y engañar. Sucede igual, cuando una persona usa un antifaz, al ocultar su rostro, solo permite la identificación de la voz y es por eso por lo que se usa para delinquir, traicionar o mentir. Cuidado, con rostros tapados por lentes de sol o a alguien que no te vea al hablarte, algo ocultan y casi siempre es maldad. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter:@japirela