Conoces la diferencia entre responder y el de reaccionar

Conoces la diferencia entre responder y el de reaccionar Cuando esto lo puedas poner en práctica, muchos de los problemas que se te presentan en la vida, sobre todo en las relaciones familiares o sociales en general, tendrás una herramienta super poderosa a tu disposición cuando así lo necesites. Muchas personas, al desconocer su diferencia, piensan que son lo mismo. Y no es así. El distinguir una de la otra, te permitirá resolver dilemas, discusiones o conflictos con otras personas y de esa forma salir de manera satisfactoria de la situación, no solo para ti, también será positiva para la o las otras persona. Evitando las consecuencias del momento o posteriores que esta situación crea. La diferencia es una y muy clara. Si en un momento de crisis, cualquiera que sea, por ejemplo, que una persona diga cosas negativas de ti (la más frecuente) hay dos opciones. Una de ellas es por ejemplo: suponiendo que te acaban de ofender y de inmediato respondes con otro insulto o con algo más violento, dependiendo del grado de agravio o maltrato causado, tú has reaccionado, en otras palabras, has permitido que la ira, rabia o frustración te domine y te controle ocasionando una respuesta -violenta- igual o peor que la recibida. El responder con violencia, es reaccionar, está claro. Esto causa que luego el remordimiento o la culpa se apodere de tu mente y te haga la vida complicada. Solo queda el arrepentimiento, lejanía, enemistad, etc., etc. Debo agregar, que hay momentos que nuestra integridad física o de nuestra familia corre peligro, en esos casos el defenderte violentamente se tratará de defensa personal y es un caso extremo. Si tomas la otra opción, la de responder como debe ser, la manera más conveniente y positiva para ti es la de expresarte habiendo antes razonado mentalmente, tu acción inmediata. De esta manera has podido controlar tus emociones al poder usar todo tu talento, experiencias o conocimiento, para salir victorioso y satisfecho de lo realizado. Es más, si no respondes, es una solución favorecedora también. sin duda alguna. Hay muchos ejercicios mentales que te permite ganar tiempo y tomar una pausa, respirar profundo, que te permita tener otro enfoque del evento y seguro tu respuesta será distinta, con una perspectiva diferente, más efectiva que no te dañará y que no origine remordimientos, ni sentido de culpabilidad. Has salido con éxito de la situación. El tomar control o gestionar de forma adecuada tus emociones, te darán el tiempo mental suficiente para ver los pro y contras, para luego dar una solución alejada de emociones que no te permiten pensar y poder utilizar todos los recursos mentales que posees. Utiliza el poder del silencio oportuno, para realizar esto. Esto es esencial y es algo que se aprende. Significa que antes de reaccionar -respuesta inmediata violenta sin intervención del razonamiento- ante una situación complicada, tomate tu tiempo, piensa y observa las futuras consecuencias que una acción apresurada pueda traerte y luego responde con herramientas que tienes y resuelve el problema. No perderás mucho tiempo, el tiempo mental es infinitamente pequeño, pero suficiente veloz para realizar este proceso mental. NOTA: Aclaro que cada persona tiene unos límites para responder o no ante una agresión, dependiendo del grado de esta. En esos casos, hay muchas imágenes o visualizaciones que puedes usar para no ser dañado por el agravio. Uno podría ser este: imagínate que la persona quien ofende es un camión de basura arrojando suciedades a la calle, no participes en el juego y no la recojas, ese material es lo único que él posee en su mente y quiere repartirlo al quien lo necesite. Recuerda, no puedes dar lo que no posees, o solo puedes repartir aquello que es abundante en ti. O este otra imagen mental bastante elocuente y clara: Piensa en un cuadro sea este famoso o no. Las personas que lo ven cada una dará su opinión de él, unas buenas otras malas pero el cuadro seguirá intacto, en nada fue alterado, permanece incólume, como debes continuar tú. No olvides que tu peor enemigo será siempre tu mente, porque es la única que conoce tus debilidades y además es quien las crea. La interpretación que hagas de lo que escuchas, sientas o veas será lo que producirá sus efectos en ti, positivos o negativos. jesuspirela9@gmail.com