Ideas Profesionales

Este espacio esta destinado a personas interesadas en los temas de gerencia, liderazgo e inteligencia emocional y social

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Nombre: Jesus Pirela
Ubicación: Gran Caracas, Distrito Capital, Venezuela

Matemático, Ingeniero Civil, Economista. Conferencista en temas de Gerencia, Liderazgo, Inteligencia Social y Neuroeconomia. Especialista en Técnicas de Resolución de Conflictos Prof. de Postgrado en los mismos temas

miércoles, febrero 20, 2019

EL MIEDO A LO DESCONOCIDO

Muy dentro de nosotros, en los genes, llevamos enseñanzas aprendidas de nuestros ancestros. Eran importantes, debido a que estaba la especie humana sometida a muchas amenazas del entorno salvaje existente. Eran predadores y a la vez, presas. Se alimentaban de lo que cazaban y eso se debía realizar con mucho sigilo y rápidamente o convertirse en el alimento de otro depredador mayor. El ser humano no estaba en la cima de la cadena alimenticia. Representaban una amenaza para unos y eran amenazados por otros. Este preámbulo es porque, en los momentos de crisis, de amenaza, siempre se piensa de inmediato en lo malo que pudiera suceder, en lo negativo y este comportamiento ancestral determinaba asegurar la supervivencia de la especie. Nos ponía en sobre aviso, en alerta máxima. De allí el origen al miedo a lo desconocido. No saber que encontrarnos, nos llena de pánico. El no descifrar el hábitat donde se está, nos carga de incertidumbre y esta genera ansiedad que produce una perturbación que normalmente sentimos hacia las cosas que desconocemos, que ignoramos, que no podemos calificar ni medir. Cuando estando frente a un sitio desconocido, por ejemplo, un lugar obscuro, de inmediato sentimos temor de entrar. Pero esta sensación se va diluyendo a medida que penetramos dentro de el. Al estar dentro, se inicia un proceso de aprendizaje obligatorio. Cada paso dado, nos permite ver con más claridad el espacio donde se está. En el tiempo, nos vamos adaptando progresivamente a la obscuridad y nuestro enfoque se hace superior, adquirimos una mejor perspectiva de la situación y eso nos permite tomar las precauciones del caso. El aprendizaje es acelerado. Cada avance, nos faculta, para que el próximo paso lo demos con más seguridad y todo transcurre con más calma, la incertidumbre disminuye, como también lo hace el temor. De este modo vencemos el estrés y la inseguridad. A lo desconocido lo vamos explorando con mejores herramientas, podemos caminar cada vez más seguro. El entorno lo definimos mejor y nos proporciona mayor control del camino. Hemos ensanchado nuestra zona de confort, de comodidad. Salimos de lo conocido, estamos navegando en la incertidumbre, vamos realizando constantes cambios, sin traumas y con un continuo aprendizaje, que es la razón de la existencia. En este punto, debo mencionar, que muchas de las personas exitosas, han expresado que sus logros se lo deben a tener técnicas para una mejor preparación mental cundo se entra en una zona desconocida. Ellos no se preocupan por la incertidumbre, la buscan y la disfrutan. Ante una situación de crisis, nada mejor que adoptar una mentalidad de principiante. Peter Drucker decía, que, al ser llamado a resolver algún problema o situación de crisis, en alguna de las empresas multinacionales que podían solicitarlo, lo primero que tenía en consideración, era en no imaginarse el posible problema. Enfrentar la situación, sin estar predispuesto a nada. Encarar el escenario, sin ir propenso a aplicar ciertas medidas, sin antes estudiar el sitio. Observar con detalle, y realizar las preguntas francas y sencillas, que haría un niño, ante una situación desconocida, en ellas está siempre escondida la causa del problema. Concluyendo. La misma situación de incertidumbre, de desconocimiento, nos obliga a una aceleración en la adquisición de experiencia. En ella está el conocimiento que necesitamos para adentrarnos en ese terreno inexplorado, que nos causaba angustia y temor. No le temas a la incertidumbre, es el único camino al conocimiento, al aprendizaje. Es salir de la zona de comodidad, cambiar, evolucionar y dejar la rutina conformista y atrofiante, que nos inutiliza. e-mail:jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela

viernes, febrero 15, 2019

ERES LO QUE PIENSAS

ERES LO QUE PIENSAS Leemos a cada momento que: “somos consecuencia de lo que pensamos”, o “según lo que comemos, así somos”, etc, etc. Todas estas expresiones tienen razón, pero dirigen la atención de manera general y no al porque de esa expresión. Todo se origina en la mente. Es en nuestro cerebro donde se producen todas estas determinaciones, que definirán el carácter y por supuesto el comportamiento futuro. Es allí donde se gestan todos esos procesos que se llevan a cabo y producen esos cambios en nuestra fisiología y en nuestra mente. El asunto es, que dependiendo de la forma en que piensas, sea esta positiva o negativa, y si ese pensamiento es repetitivo, resultará concluyente en las acciones inmediatas que emprenderás. Al tener un pensamiento fijo en la mente, sesgará la percepción que tendrás del mundo que verás, a las características de la emoción que sentirás, producto de ese pensamiento. Conocemos que hay personas, por ejemplo, que comen poco y engordan mucho, otras, comen de todo y en cantidades y permanecen delgados. ¿¿Y la gente se pregunta y porque eso sucede?? Intentaré dar una breve explicación de esa interrogante de origen mental. Resulta, que, al tener un pensamiento recurrente, el cerebro de inmediato, dependiendo del tipo de pensamiento, produce una serie de hormonas y de neurotransmisores que viajando por diferentes caminos -las hormonas, por la sangre y los neurotransmisores por medio de impulsos electroquímicos de neurona a neurona-, producen una determinada emoción, acorde al pensamiento que las origino, como lo expresé en párrafo anterior. Sigamos con el ejemplo: si al verte al espejo, te percibes gordo, esa imagen es producto del pensamiento que habita en tu mente. No es tu imagen verdadera, sino la que imaginas que es, consecuencia de las reacciones de tu cuerpo proveniente de la emoción sentida. Esta figura imaginada por ti se convertirá en el cuerpo que supones tener, y no el que realmente tienes, y como realmente te ven las personas. Todo está en tu imaginación. Esa presunción, te influirá de tal manera, que siempre tú te verás así, no importando que no comas o lo hagas en pequeñas cantidades, o contrario a los que te digan las personas, siempre te verás como tú lo imaginas, en este caso gordo. Un caso patético son las chicas que sufren de anorexia, que son aquellas personas obsesionadas con su peso y lo que ingiere, debido a que siempre se verán gordas, aunque no lo estén en realidad. A eso me refiero. Cuando te has autoconvencido de algo, sea por influencia externa o internamente. Esa convicción, ajusta tu consciencia a una realidad imaginaria, que te producirá cambios, tanto físicos como mentales. Será una conducta inducida, una manera de percibir tu entorno o a ti misma. En otras palabras, una actitud autoalimentada por ciertos eventos específicos, en este caso, tu gordura. Estas modificaciones de la personalidad se ven claramente graficadas, en distintos principios, leyes, efectos o síndromes, por ejemplo; El Efecto Pigmalión, o en la Ley del Beneficio Mutuo, o en la Profecía de la Realización Personal. Todos ellos podrán aclarar con más detalle lo expresado aquí, por si deseas profundizar en el tema. Todas ellas describen la manera en que las intenciones de otras personas expresadas frecuentemente en situaciones determinadas, o asumida por nosotros mismos, influyen de tal manera, que pueden y llegan a producir, esos cambios de que hablamos. Muchas veces, esas creencias, sugestiones u obsesiones, te convierten en víctima o en un triunfador. Todo dependerá de sus efectos. Ellos establecerán, cuál será la variación en tu comportamiento, ante ciertas situaciones especiales. Si eres víctima, siempre pensarás que son otras personas las culpables de tus desgracias. Si te crees triunfador, entonces, ante una situación de crisis, por ejemplo, siempre buscaras una salida, un modo de resolver el inconveniente, como, salir adelante, intentarlo de nuevo y no detenerte. Ambas, son respuestas muy diferentes, y todo dependerá del modo en que tu enfrentas el hecho: con una actitud negativa o con una actitud positiva, y eso derivará del modo en que piensas. Esto no significa, que, siendo un triunfador, puedas salir derrotado. Porque que aun cuando así fuera, encontraras la causa de la derrota y aprenderás de ella, significa entonces, que jamás serás perdedor, solo eliminas un camino equivocado, pero persistirán y triunfarás. En otras palabras, eres un resiliente. Observa tu cuerpo, él está preparado para resolver los desequilibrios que ocurran, sean físicos o mentales. Los procesos de homeostasis recuperarán el estado de estabilidad perdida. Así como se cierra una herida, se alivia un dolor o te curas de una gripe, sin medicamentos, debido a la acción de tus defensas (sistema inmunológico) que proceden a recuperar la normalidad, el equilibrio del cuerpo físico, así tus pensamientos, harán que se recupere tu estabilidad emocional y como consecuencia hallarás la actitud adecuada. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela