TODO DEPENDERÁ DE LAS CONEXIONES NEURONALES

Nuestro comportamiento, la actitud que tengamos, lo que sentimos, todo eso, está determinado por las conexiones neuronales activas y predominantes en el momento. Es en el cerebro, donde se diseña esa estructura dinámica, que es la que decide la forma y manera, en que interpretemos o le damos significado a los eventos en que participamos, directa o indirectamente.
Pero esta comunicación entre células nerviosas del cerebro, no se realiza por azar, tiene sus causas y razones para formarse. Cada vez que aprendemos algo, tener una nueva experiencia, imaginar o recordar algo vivido, en otras palabras: al realizar cualquier actividad cerebral, tenemos como producto, una conexión neuronal específica y muy particular. Si la experiencia o el recuerdo vigente en la mente, es placentero, positivo, por ejemplo, las neuronas enlazadas y activas, tendrán precisamente que ver con el sentido de ese recuerdo o experiencia.
Cada una de estas redes –son millones de ellas- de células nerviosas conectadas y activas, aportarán alguna referencia, al pensamiento existente en tu mente. Puede ser cualquier elemento conexo, por ejemplo, una experiencia vivida, algo aprendido, imaginado, una información recibida y almacenada, etc., pero cada una de ellas añadirá más cosas vinculadas con el pensamiento central. Es como si se cubrieran todos los eventos vividos, aprendidos o imaginados, que en alguna forma, incorporen y amplíen, al grueso de los pensamientos predominantes en el momento.
Este proceso, te ayuda a tener a la mano muchas más alternativas, que multiplicarán, tus probabilidades y posibilidades de obtener una respuesta acertada y satisfactoria, más aun, en una situación de crisis. Si tu estado anímico, es alegre, feliz, ese comportamiento se reforzará y contagiará a los que estén a tu entorno. Si es de un sentimiento contrario, negativo, de tristeza, etc., también será copiado, por las personas que participen en la situación. En estos casos de imitación emocional, juega un importante papel, las neuronas espejos, que han sido objeto de artículos anteriores en este blog.
Esta manera de trabajar el cerebro, no solo, te permite aumentar tus posibilidades exitosas -al tener a la mano un mayor número de alternativas posibles-, sino que también el propio cerebro, en este estado de euforia (o depresión), produce unas hormonas que multiplicarán el efecto de lo que experimentas. La oxitocina, la dopamina, la serotonina, el cortisol, la adrenalina, etc., son algunas de ellas, que aumentarán lo que sientes, sea alegría, depresión o estrés. Tu estado mental, provocado por específicas conexiones neuronales, además de la segregación de hormonas determinadas, es el resultado de lo que piensas con mayor frecuencia o intensidad.
No se debe suponer que los fracasos no aparecerán, pero la recuperación será más rápida y el dolor menos intenso. Tendrás la capacidad, de regresar a tu estado anterior (positivo) con mayor fuerza y seguridad. Será solo una lección aprendida más.
Como vivas, será el resultado de cómo piensas. Entonces está en cada quien, pensar en lo conveniente. Ese solo paso, generará un cambio en los enlaces cerebrales y se activarán células nerviosas, que contribuirán a que tu actitud ante la vida, sea la más adecuada, aumentando tu creatividad, felicidad y paz.
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