UNA HISTORIA VERIDICA

El edificio donde vivo está rodeado de un parque, y considero que es el mayor valor de ese inmueble. Dicho parque esta dotado de muchos árboles, arbustos de todas clases, flores, además de una fauna increíble, te despiertan las guacamayas, los loros y el trinar de los pájaros y es utilizado por los trotadores y caminadores de la zona, siendo allí específicamente donde se origino esta historia que ahora yo les cuento.
Como soy uno de los asiduos visitante del sitio para realizar mis ejercicios, observaba siempre a una persona que dormía allí, pero no era un recoge lata o un pordiosero cualquiera, él tenía cierto comportamiento, que lo hacía diferente a los demás y es ese fue motivo de la observación.
Dormía en un mismo sitio siempre, así que se podía diferenciar de los otros que allí cohabitan, al levantarse se dirigía a otro sitio del parque, cerca de su “dormitorio”, que estaba rodeado de arbustos que semejaban una cortina vegetal que hacía que no se viera con detalle dentro de el, en ese sitio especial, o en su vestíbulo, se lavaba la cara, se limpiaba los dientes y se cambiaba de ropa, ya que de allí salía con una ropa limpia, planchada y al dirigirse a la salida del parque, iniciaba todos los días silbando, una entonación de una canción del llano venezolano, pero siempre distinta. Es tal dicha característica, que personas de los edificios aledaños le oían silbar y ya lo tenían identificado como el que duerme en el parque.
Dándome cuenta de ese comportamiento tan peculiar, de una persona que acaba de levantarse de dormir a la intemperie y lo hacía con un estado de ánimo muy diferente a los otros y también a muchos que duermen en sus casas con ambiente musical, en un colchón muy suave y con una temperatura acondicionada, realmente llama la atención.
Aunque siempre daba los buenos días a todos los que se encontraba, no había tenido la oportunidad de conversar con él, pero un día que yo pasaba y él acomodaba su morral para iniciar su retirada, antes que comenzara a silbar la canción criolla de turno, yo luego de saludarlo le pregunte que si tenía empleo, y le explique que en mi condición de ingeniero siempre necesito personas que hagan distintos oficios, como obrero, albañil, cabillero, carpintero, etc., donde respondió que el estaba ocupado, que trabajaba como vigilante privado de un Centro Comercial cercano y de inmediato me enseño el carné, que así lo acreditaba. Me decía que estaba bien, que ya tenía como dos años laborando allí y que dormía en el parque para ahorrar dinero, ya que tenía familia, esposa y dos hijos, a quienes prometió traerlas a vivir a Caracas dentro de poco y ese pensamiento lo tenía siempre presente y lo mantenía centrado en su trabajo.
Continuo narrando como una historia de novela, lo siguiente: cuando le pregunté sobre el dormir en la intemperie, donde habitaban pequeños animales y donde podía ser atracado, respondió; ya estoy habituado a eso, no me molesta, ya que no pienso en eso, al comienzo si me sucedía, pero ya no. Me distraigo y así me duermo, observando las estrellas y el cielo, además mi esposa y yo acordamos, que ella antes de irse a dormir, viera al cielo o a una estrella muy brillante o a la luna , que yo también estaría viéndola y nuestras miradas se unirían en ese lucero (todo un poema), ella sabe, porque yo se lo dije que lo hiciera temprano, como a la siete o a más tardar a las ocho de la noche, ya que era la hora cuando yo me iría a acostar. Continuaba diciendo, he aprendido a detallar las cosas, a tal punto que aquí donde duermo, conozco casi todas las ramas de los árboles que me rodean, es como usted o cualquier persona conoce a su cuarto, observando esas cosas y viendo al cielo, me entretengo y me duermo. Sobre si hay mucho frío o está duro el concreto del banco donde duermo, eso me molestaba al principio, ahora sólo me hace recordar que todo lo hago porque pronto veré a mis hijos y a mi esposa, ese pensamiento me llena, me da mucha fuerza y me permite olvidarme de las penurias y de los sinsabores de la noche. El pensar que pronto estarán conmigo, me produce tanta alegría, que casi en todo momento estoy pensando en eso, me pongo a conversar y jugar con mis hijos, es algo que me alimenta y me hace muy feliz, tanto que hasta me agrada dormir aquí, me gusta este sitio y es mi casa de verano.
Esa última afirmación, me llamó mucho la atención y le pregunté, casa de verano??, si cuando se inicia el invierno tengo otro sitio donde dormir y donde no me mojo, es debajo de una cubierta de concreto, que me permite estar allí sin que las noches con lluvia, me perturbe el sueño y donde amanezco seco y sin problemas, realmente no tengo mayores dificultades, cada día para mi es distinto, lleno de cosas buenas, de aprendizajes y lo mejor de todo, mis ahorros han ido aumentando paulatinamente ya que no pago en dormitorio, lavo y plancho mi ropa en una pequeño cuartito de la oficina en el Centro Comercial. Para la comida, no tengo inconveniente, en el Centro todos me conocen y siempre alguien me brinda algo, yo también lo hago muchas veces, o me dan las cosas más baratas, eso me gusta más y me alimento bien, variado, sin abundancia y de esa manera me mantengo en la línea, no engordo, mi salud esta bien, yo me siento bien y estaré mejor dentro de poco tiempo, junto a mi familia y un cuartito que pienso alquilar, donde ellos tendrán de todo, de eso pueden estar seguro, yo se los prometí y lo conseguiré.
Saque cada quien sus propias conclusiones……

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