LA IMAGINACIÓN

Aunque el titulo es sumamente extenso, trataré de expresar algunas de sus bondades, que como ya lo dije, son infinitas. La Imaginación es realmente nuestro reino, allí somos los dueños, los reyes, ella está solamente a nuestra disposición. Clara está, que para que se le pueda dar siempre un mejor uso, hay varias condiciones que debemos satisfacer.
Si estamos conscientes, podemos crear cualquier escenario donde queremos estar, podemos imaginarnos cualquier cosa, no hay límites, pero para eso es necesario decidir cuales pensamientos debemos tener. Si lo que imaginamos es algo que nos produce placer, por ejemplo, estar en un paisaje espectacular, o tener a nuestro lado el ser más preciado, etc., debemos seleccionar el tipo de pensamientos que deben alimentar a esta creación, ellos ayudarán a darle fuerza, consistencia y posiblemente realismo (mágico naturalmente). Con ellos podemos andar e ir creando el paisaje, el entorno deseado, y vivir en él, los momentos que se quieran y con la máxima intensidad.
Todo este universo de imágenes, aunque esto es construcción de tu mente, no siempre será sólo imaginación. A la larga, y de acuerdo a la pasión que pueda despertarte, todo esto pintado por ti, podrá ser una realidad, algo que tocarás, que verás, que sentirás. Algo que se inicio en tu mente, como una idea, un deseo, algo que anhelabas, al transcurrir del tiempo, se convierte en algo material, es haberte adelantado al futuro y convertirlo en el presente.
Toda esta acción mágica, que es sacar de la nada, todo; es el arte de la vida, es la razón de nuestra existencia y de eso se trata la madurez, el aprendizaje, la evolución, el cambio y la adaptación en el entorno donde habitamos y que es en su esencia transformadora, cambiante e impredecible. En ese habitad, de infinitos caminos, cada quien escogerá por donde andar y en su trayecto, sin duda alguna, conseguirá la felicidad, el placer, el éxito, el amor o cualquiera de las cosas que, en muchos casos buscamos conscientemente y en otros casos, aparecen, pero no debido al azar, sino por consecuencia de la interdependencia universal existente, entre todo ente organizado o no que se encuentre en su inmensidad, y que al presentarse, nos advierte que debemos reflexionar, para que cambiemos de ruta, para realizar alguna modificación en el sentido o para que continuemos en la misma dirección.
En el camino, cualquiera que hayas decidido escoger, podrás conseguir momentos de felicidad, de amor y éxito. Cada cual en su nivel, de acuerdo a su preparación, crianza, aprendizaje adquirido o a la experiencia ganada, logrará ese objetivo, esa meta próxima, que será, sólo eso, una meta de las infinitas que tendrás en el largo trajinar por la vida. No considero que el ganar muchísimo dinero, sea una causa de felicidad o de éxito, en muchos de los casos, es absolutamente todo lo contrario. El dinero es necesario, sin él no podríamos satisfacer nuestras necesidades, pero que sea prioritaria su obtención, para alcanzar la felicidad, es totalmente falso. Su obtención, en niveles muy altos, donde el atesoramiento es el objetivo, es perjudicial y nefasto, trae sus consecuencias, como falsedades, recelos y dudas, que lejos de tranquilizar y producir felicidad, nos trae zozobra, incertidumbre, engaños y distorsiona la apreciación sobre los semejantes.
La imaginación, es nuestra, y como tal debemos controlarla, conducirla y disfrutarla y todo dependiendo de los resultados conseguidos. Ella puede llevar a una persona, a que su juventud sea eterna, a que su actitud ante los eventos de la vida, sea la adecuada, la más conveniente, ya que con ella, se tratará de ver lo que sucederá un paso adelante, el próximo instante, ese futuro inmediato, que deseamos sea nuestro presente. Vive con intensidad, mantén tu juventud presente, con todo lo que ello conlleva, dale rienda suelta a tu imaginación, disfruta lo que has creado con pasión y no existirá objetivo que no puedas lograr, pero para eso es necesario que sepamos lo que queremos, para poder reconocrelo al tenerlo presente.

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