Ideas Profesionales

Este espacio esta destinado a personas interesadas en los temas de gerencia, liderazgo e inteligencia emocional y social

Mi foto
Nombre: Jesus Pirela
Ubicación: Gran Caracas, Distrito Capital, Venezuela

Matemático, Ingeniero Civil, Economista. Conferencista en temas de Gerencia, Liderazgo, Inteligencia Social y Neuroeconomia. Especialista en Técnicas de Resolución de Conflictos Prof. de Postgrado en los mismos temas

martes, agosto 14, 2007

REGRESAR, NO ES RETROCEDER.

Aunque sean sinónimos en la Real Academia, tienen una interpretación oculta distinta. Su significado interno, sutil, nos hace ver que realmente son diferentes. El “regresar”, lo sientes o lo entiendes claramente, como retomar una posición, reiniciar nuevamente alguna acción mejor o más adecuada, es volver a tomar nuevas decisiones, es en definitiva, como buscar una alternativa que me acerque a soluciones o respuestas satisfactorias. Es intentar de nuevo una acción, pero ahora con nuevos bríos, con nueva información, con una actitud más definida al logro y una visión de la meta más nítida y real.
El “retroceder”, se siente distinto, parece que en su interior, se oculta una intención negativa, se usa casi siempre, cuando estás derrotado, cuando huyes, cuando tratas de esconderte, que no te vean, no aparecer. Es recular ante una situación, sin intentar resolverla, es retirarte de un sitio por sentirte indefenso, inferior, derrotado. Es dar marcha atrás, ante un evento importante y dejarles la solución a los demás. Es, en otras palabras, huir como respuesta, en vez de enfrentar, dar la cara y utilizar tus talentos y capacidades para obtener algo positivo.
Su diferencia, consiste, en la connotación que ella misma crea. Cuando regresas de un sitio, es por que has encontrado lo que buscaste, por que terminaste lo que tenías que hacer, cuando intentas ver desde la distancia el paisaje, para observar mejor detalles que en caliente es más complicado. Es tratar de ver lo obvio, al regresar por el camino andado. Es tener una actitud positiva, es intentar progresar, resolver, continuar.
No sucede lo mismo, cuando retrocedes. Es regresar al mismo sitio, es no avanzar, no aprender y no intentarlo siquiera. Es estancarte, recular, es dar posibilidades de que un ataque te destruya, es estar en estado de indefensión y debilidad. Cuando retrocedes y lo haces rápidamente, casi siempre es el detonante que hace que los depredadores ataquen, con un alto grado de posibilidades de triunfo. Es dar la espalda, es minimizar tu defensa, es atrasarte y recorrer el mismo camino una y otra vez, sin resultados ni aprendizaje. Es morir poco a poco y sentir el dolor de tus fracasos. Dice el sabio pueblo, “que retroceder, ni para coger impulso”. Allí se resume, la importancia de cuando retroceder y cuando regresar.
Es en definitiva, una condición de actitud, de tu claridad y positivismo mental, es ver de manera favorable, segura y provechosa, las distintas acciones o decisiones que tomaras. Es ir hacia delante, siguiendo un rumbo que iras determinando segundo a segundo que te ayudará a observar, cada vez, con más nitidez tu futuro inmediato, saber que hacer al segundo después, tener la capacidad de adaptarte al entorno, a evolucionar y crecer cada momento. Es considerar tu desarrollo, como un acto continuo, que no se detiene y que te llevará por el sendero que consideres más conveniente, para la obtención de la mayor felicidad y éxito.

Este es mi apreciación en este momento, pero podría cambiarla.
¿Qué opinas tú?

jesuspirela9@gmail.com