Ideas Profesionales

Este espacio esta destinado a personas interesadas en los temas de gerencia, liderazgo e inteligencia emocional y social

Mi foto
Nombre: Jesus Pirela
Ubicación: Gran Caracas, Distrito Capital, Venezuela

Matemático, Ingeniero Civil, Economista. Conferencista en temas de Gerencia, Liderazgo, Inteligencia Social y Neuroeconomia. Especialista en Técnicas de Resolución de Conflictos Prof. de Postgrado en los mismos temas

domingo, agosto 05, 2007

EL ÉXITO, COMO EL AMOR, SE DISFRUTAN SOLAMENTE CUANDO SE CONSTRUYE

El éxito o el amor, se disfrutan mientras se construye. No es que se llega al éxito, o se siente el amor al final del camino. Se perciben en cada momento, en todo instante que contribuyes a solidificarlo, con cada acción que esté dirigida a mantenerlo, hacerlo más profundo, a vivirlo intensamente y sentirlo en su máxima expresión.
Todo esto se experimenta mientras se realiza, en cada paso de su creación, en cada respuesta que produzcas, en toda actividad, la mayoría de ellas espontáneas, que realizas y que forman parte importante de la evolución constante, de esa emoción intensa que es el éxito o es el amor.
Debo aclarar, que al mencionar sólo al éxito y al amor, es porque considero que en ellos dos se encuentran incluidos todas las actividades humanas, así sean sociales, laborales o personales. De este modo me estoy refiriendo a todo lo que una persona pueda construir o crear. Entre el éxito y el amor, se nos va la vida. Y se es realmente feliz o no, como consecuencia directa, del convencimiento que se tenga, de que lo que realizas es hecho con placer, con esfuerzo consciente, con gran pasión y con un gran deseo emocional.
Si por ejemplo, observamos un partido de tenis, o un maratón, dos tipos de competencias donde el resultado depende solamente de ti, del esfuerzo, del desempeño y del uso de todos tus talentos. En el tenis, se puede ver, que si ejecutas de manera magistral cada golpe, si tu movimiento es como una danza, donde tú pones tu música interior, donde cada lance es ganador, donde llegas a todas las pelotas con tiempo, desplazándote con firmeza, seguridad, anticipando el golpe de respuesta, el resultado está anticipado. Si nosotros como espectadores observamos a los competidores, ellos, cada uno por su lado, hará lo indispensable para logar el triunfo, ejecutará su mejor juego, utilizara sus capacidades, experiencia y habilidades para realizar el tiro ganador.
Dependiendo de esa actitud, de ese convencimiento, de que estás haciendo lo máximo, de que tendrás una respuesta satisfactoria a cada regreso de la pelota, si no existe en tu mente la idea del error o el fracaso, ellos no aparecerán, o por lo menos no con una frecuencia preponderante, ya que hay variables que son imposible de controlar, como la brisa del aire, el rebote de la pelota, la superficie donde ella hizo el contacto, la tensión de las cuerdas, la temperatura, etc., y que son influyentes para ambos jugadores.
Si además de todas esas características positivas, te diviertes, disfrutas lo que haces, el resultado será positivo. Pero podría suceder todo lo contrario. La presión del momento decisivo te perjudica, no hay confianza en tu reacción, si piensas que erraras o que el contrario es superior, etc., también en esos casos, el resultado se conocerá de antemano. Es por eso que el disfrute de cada acción, la actitud que logres imponerte será definitoria. Pero sigamos observando: llega el momento final, uno de los jugadores ejecuta su golpe ganador y termina la contienda. Su comportamiento de inmediato es completamente diferente al que tenía, su dinamismo se acaba, su euforia termina, la acción que ejecuta es de desplome, levanta los brazos, cae al piso, llora. Es como si hubiera dejado de disfrutar el juego, aquella danza realizada magistralmente ha finalizado. Pareciera que ha dejado de sentir el placer que antes lo estimulaba, no continua con la pasión anterior, su comportamiento es todo lo contrario: decaimiento, fuera de la inspiración que lo tenía en el centro del mundo. La victoria, el ganar, no le produce todo lo que sintió durante el proceso al objetivo, toda aquella inspiración, el placer experimentado durante el camino al triunfo, se disipo.
Veamos ahora, al maratonista. Durante su largo recorrido, se observa sus movimientos armónicos, tratando de aprovechar al máximo sus fuerzas, no malgastar sus energías, pero el recorrido es largo. En la distancia, tendrá un segundo aire, es como una inyección de vitalidad, que el mismo se produce, es su mente en acción positiva, son sus pensamientos que le dan la energía que necesita, está seguro del triunfo, ve la meta más cerca, se imagina atravesándola ya como ganador, sus pasos se hacen más largos, más rápidos, la nueva dosificación experimentada, le hace utilizar más energía, pero él produce más, tiene reservas, por eso arremete con fuerza y llega con velocidad a la meta. Su acción inmediata es de desplome, de agotamiento, se le acabo la gasolina, la energía que hace un instante poseía, y eso pasa, exactamente al cruzar la cinta.
Si pudiéramos tratar de explicar ese momento, cuando triunfa, diríamos que el placer se acabo, como se acabo el dinamismo, la energía, todo. Entonces podemos concluir, que el haber llegado a la meta, lo que hizo fue derrumbarlo, decirle ya se acabo tu diversión, no hay razones para continuar disfrutando esto. Todo lo contrario a lo que sucedía durante el recorrido. Utilizaba sus cualidades, sus capacidades, administraba su energía, estaba consciente de estar haciendo su mejor desempeño, disfrutaba de la carrera, de su posición, se imaginaba todo lo que le producía placer, se veía triunfador, el centro de todo, lo máximo.
Realmente disfrutamos el éxito, a medida que lo construimos, en plena carrera, paso a paso, no se encuentra al final, no es una meta, es el mismo recorrido, tus acciones, tus vivencias, es la propia vida en pleno desarrollo. Igual es en el amor, el no se disfruta cuando se tiene completo, si así podemos decirlo, el no tiene dimensiones, es intenso desde su inicio, y en su evolución, produce constantemente, grandes emociones, placeres y sentimientos de felicidad. Son múltiples bocanadas de vitalidad, de sensibilidad, donde tú pones las respiraciones, no hay límites, existirá mientras estés creado ese amor y lo disfrutaras en cada momento, no una gran vez al final. También concluimos, que el amor, está en el mismo camino de su creación, la acciones que realices durante su desarrollo, como lo vives y como la percibes. Esa es la razón de que existirán muchos amores y éxitos en la vida de cada persona, no es único, ni una sola vez.
El amor como el éxito, está en tu propia vida, en tu tiempo, tu propio camino, que labras para su desarrollo. Vive intensamente, disfruta cada instante y serás una persona muchas veces triunfadora y muchas veces amada.

jesuspirela9@gmail.com

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si , solo quiero agregar que el amor comienza por uno mismo, y que muchas veces esperamos que nos amen sin nosotros sabernos amar, sin embargo es tan nato en cada ser humano que vivimos y luchamos por encontrar el amor y el éxito , pero como todo esta en constante movimiento, cambio y cíclico , nada es para siempre , entonces nos queda disfrutar lo que tenemos ahora , y vivirlo con conciencia y dedicación.
Me gusta tu Blog !! espero leer nuevos artículos, "Gracias "

2:13 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home