UNA HISTORIA REAL, QUE DEBÍA SER CONTADA

Ésta, como señalé en el titulo, es una historia real, pero su contenido me hizo reflexionar y decidir publicarla, es posible que muchas personas puedan sentirla como suya, después de leerla.
En un Instituto educacional de los Estados Unidos, una profesora les exigió a sus alumnos que realizaran una narrativa, sobre la persona que más admiraban, podría ser un héroe independentista, patriota, algún sabio o investigador, un familiar o cualquier otra persona que representara algo superior para ellos. Lo que hizo esta estudiante lo escribiré exactamente con sus mismas palabras y redacción:

"La persona que yo admiro más que nadie es mi abuelito
Él me ha enseñado muchas cosas buenas para mi vida y todas esas cosas yo las aplico cuando las necesito.
Una de las cosas, es sobre mi autoestima, otra es de la inteligencia emocional, otra es sobre la actitud que debo tomar cuando estoy brava y como no ponerme brava cuando alguien me molesta. Pero yo con mi actitud, si puedo molestar a la persona que está tratando de molestarme.
Con todo eso, yo digo, que mi abuelito es el mejor de todos. Por eso lo admiro tanto.
La admiración es una forma de darle gracias por todo lo que ha hecho por mi, igual que a mis padres queridos.
Gracias abuelito, tú eres el mejor aunque no estés en E.U".

Muchas veces, al hablar con un niño o una niña, de acuerdo a su edad, le conversamos, pero al hacerlo, cometemos un error, al no expresarnos de manera debida o adecuada con ellos, después que ellos hacen uso, en buena manera, de su lenguaje y ya aprendieron a escribir, están preparados para entender cualquier conversación que se tenga con ellos, siempre y cuando seamos lo más claros y sencillos posible. Su cerebro está dotado de toda la infraestructura necesaria para comprender y entender cualquier cosa que sea obviamente bien descrita en su lenguaje. El hecho de considerar que como son muy jóvenes, no entenderán es algo que debemos borrar de nuestra mente, son humanos, sólo que pequeños, y esa sola característica, no es suficiente para considerarlos atrasados o no aptos de entendimiento. Ellos como lo expresé, están en capacidad de realizar un aprendizaje de todas las conversaciones que se puedan tener con ellos, y para ejemplo es esta historia verdadera que les he contado.
El alumno a que he estado haciendo referencia, es una niña de once años, que estando lejos de su país y de su “abuelito” que también estaba muy lejos, tanto como la distancia de Caracas a Houston, unos aproximadamente siete mil kilómetros, se trata de una de dos espectaculares nietas que tengo, Michelle y Madeleine Trujillo Pirela, ésta última es la autora del escrito en cuestión. Me imagino que muchos de ustedes tendrán una nieta o un nieto que les haga sentir que el tiempo dedicado y la compañía compartida, no han sido en vano, que la semilla se ha sembrado en terreno muy fértil y que seguro estoy que los frutos serán altamente productivos cuando esa personita, sea un adulto maduro, profesional y un gran ciudadano
Disculpen ésta incidencia altamente personal y que aunque me hizo vibrar, deseo que a muchos de ustedes, les hayan sucedido lo mismo con alguna “personita” especial, que les diga o hagan cosas espectaculares, y sólo por haber realizado un trato continuo de calidad, sinceridad y sencillez.

jesuspirela9@gmail.com