EL SACRIFICIO, UN ACTO INTERESADO

Según el diccionario, sacrificio podría ser: una ofrenda a una deidad, una matanza de animales o de personas, por asuntos de creencias, un acto de abnegación inspirado por el amor, etc., pero todos estos sacrificios, son con un fin determinado, nunca se hace un sacrificio sin tener un interes futuro. Si es un acto religioso, será con el fin de ser aceptado en el reino de los cielos o ser perdonado, si es un acto de amor, es con la intención de que el ser amado sea feliz y por consecuencia ser también más feliz.
En todos los actos donde se sacrifica algo, existe o subyace una seguridad de que se obtendrá algo mejor a lo que se ha sacrificado, entonces es como una gratificación futura, es renunciar a algo bueno, que ya tenemos, por algo mejor que conseguiremos después, en otras palabras, no hay sacrificio sin una recompensa futura. Ese es el precio.
Todos en nuestra vida, sacrificamos cosas, tiempo, compañía, familia, etc., por algo que deseamos y que supuestamente, conseguiremos en el futuro, es el pago, la recompensa, el logro que ansiamos y que podemos obtener al tiempo, con la condición de haber renunciado a algo que nos proporcionaba cierta satisfacción, agrado, alegría, seguridad, para al final, tener algo de mayor envergadura, de más valor, de mejor condición, de una utilidad máxima o de una satisfacción superior. Será siempre el cambio de algo que hemos tenido y que sabemos su valor y lo que nos proporciona, por algo mejor que nos hará más felices, o nos permitirá mayor éxito en la vida, jamás un sacrificio se hace por nada, siempre es con la vista en que más adelante tendremos en nuestro poder algo que nos dé eso que queremos. Es como se dice, un acto interesado.
Son abandonos voluntarios, que se permiten con la única condición de lograr algo a mediano o largo tiempo, es la conocida gratificación futura, que tanto adorna o es característica de las personas con éxito y que piensan en la importancia del largo plazo y no en la trampa tentadora de obtener algo de inmediato, sin haber sacrificado nada, como por arte de magia o por azar. El sacrificio, es una herramienta que tenemos y podemos darle uso en muchos y variados momentos y situaciones, lo bueno de ello es que sabemos el precio de lo que sacrificamos y estamos convencidos del beneficio con que seremos recompensados, jamás sacrificamos algo de muchísimo valor, por otro de poca monta, eso si se hace, es producto de la ignorancia, del desconocimiento que se tiene del verdadero valor de las cosas, es causa del apresuramiento sin análisis, o causa de no tener objetivos claros, eso en pocas palabras, es perder sin razón. Es actuar bajo el mando de la ansiedad, la impericia, la desesperación, de la mala intención, o el deseo de obtener beneficios a corto plazo.
Es la situación egoísta, de pensar en términos de escasez del clásico perder/ganar, o ganar/perder, muy conocido en la teoría del juego, cuando consideramos que las relaciones de cualquier tipo, son “suma negativa”, donde existirá un solo ganador y como consecuencia directa un derrotado, en vez de ser “suma positiva”, de la conocida y altamente beneficiosa situación de ganar/ganar, de toda persona proactiva, es pensar con mentalidad de abundancia de cooperación, y oportunidades y no de escasez, conflicto y competencia destructiva.
La persona proactiva, no es solamente tomar la iniciativa, decidir en su zona de comodidad o de estabilidad, es mucho más que eso, es estar conscientes de que somos responsables de las elecciones que hagamos y que estas elecciones las hacemos basándonos en los principios y valores que poseemos y no en estados de ánimos, condiciones especiales o según sean las circunstancias. Son personas que conocen muy bien ese tiempo que subyace entre el estimulo y la respuesta que daremos, luego de realizar que interpretación será la más conveniente para nosotros. Este tipo de personas, que sabe muy bien lo que le es conveniente, que sabe abandonar algo y esperar a que en largo plazo, conseguir lo buscado, son las personas que conocen el alto valor del sacrificio, pero aun más, saben el alto precio y valor del tiempo futuro que lo recompensará por haber atrasado su gratificación.

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