UN EQUIPO DE TRABAJO OPTIMO

Mucho se ha escrito sobre los equipos de trabajo, como deben estar constituidos, cual debe ser el comportamiento de sus integrantes, cuales deben ser sus resultados, cual debe ser la capacitación de sus componentes, y mil preguntas más.
Un equipo de trabajo debe ser un grupo de personas de una empresa, los cuales deben ser escogidos de tal manera que puedan resolver, solventar o encontrar, como resultado de su interacciones, una vía, en la cual se pueda transitar y lograr los objetivos deseados y anteriormente visualizados por ellos mismos. Sus integrantes, deben estar en conocimiento de que se busca, de que herramientas se necesitan y estar todos de acuerdo en que el fin señalado es el más adecuado y conveniente para la empresa en su totalidad. Si se sabe que se busca, se podrá identificar fácilmente, cuando se vea.
En un equipo de trabajo de alto impacto, como lo llaman ahora, es un equipo eficiente, altamente productivo y que al menor tiempo, sin trabajar aprisa, encuentre lo buscado. Ellos conocen la importancia de las tormentas de ideas, y deben comportarse como si se estuviera en una tormenta la mayoría del tiempo de trabajo, donde se escuchen sin inhibiciones, donde se tenga una estrategia necesaria, de acuerdo a la información conseguida, donde se piense que el futuro es imposible adivinarlo, y que solo es importante prepararse de la mejor manera, para el próximo instante, donde tengan en la mente que las variables son todas interdependientes y solo analizando y planificando de manera sistémica se podrán lograr los objetivos.
Su estructura, es completamente plana, con una salvedad, existirá un líder dependiendo de la situación y este saldrá al frente, casi como en combustión espontánea, de manera natural y que será sustituido en la próxima idea o planteamiento, donde otro con otra información continuará el camino, que no necesariamente será recto, pero si será uno, que tenga siempre en su final y sin perderla de vista, la meta acordada, o en su defecto, otra que sea adecuada al momento.
Si un equipo de trabajo tiene un líder todo el tiempo, entonces se convierte en lo mismo que se critica en las organizaciones, donde la jerarquía es la que dicta la norma y dice que hacer. Un verdadero equipo de trabajo, tendrá, como lo señalamos, obligatoriamente varios lideres, dependiendo del punto tratado o de la tarea que se desea realizar. Claro está, siempre habrá una persona quien señale el camino en un momento determinado, pero jamás será la misma persona. Esto significa que un equipo de trabajo optimo, será constituido, por personas capacitadas, todos deben estar en condiciones y tener el conocimiento, los estudios necesarios o la experiencia requerida, para que el objetivo buscado se obtenga. Esto no significa que deben todos sus integrantes ser por ejemplo, ingenieros, o solo abogados, un equipo ideal, sería el que sus participantes sean, o estén, capacitados para que en cada punto del proceso, exista una persona que tome las riendas, de acuerdo a su especialidad, porque una de las características primordiales de un equipo optimo, es que sus integrantes no solo sean especialistas en algunas ramas necesarias, sino deben haber otros que sean generalistas. Un equipo multidisciplinario. De esta manera todos los vértices puedan ser cubiertos y tengan un participante con los conocimientos que se ameriten para el aporte de soluciones, o dar las indicaciones necesarias.
El liderazgo en un equipo de trabajo, puede ser impuesto, o por el conocimiento de uno de ellos o por alguna posición en el organigrama, pero cuando se trata de un equipo de máxima eficiencia, el liderazgo debe aparecer voluntariamente sin problemas, ya que existen características personales, que ayudarían a tenerlo rápidamente, una persona carismática, conversadora, espontánea o extrovertida, podrían ser algunas de ellas, que en su momento dirija el equipo, pero siempre existirán otras que tomaran el mando en su debido oportunidad.
Debemos recordar, que el verdadero líder, es aquel que en el camino, va creando las condiciones para que se formen nuevos liderazgos, y dando oportunidades para que otros lideren las acciones. El verdadero líder es el que enseña a los demás, es el que demuestra que todos sus integrantes son importantes, necesarios y que en cualquier momento ellos conducirán también equipos de trabajo eficientes y de alto impacto.

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