LA GRAN MEMORIA DEL ELEFANTE, PARA QUE LES SIRVE

Es muy conocida la gran memoria que poseen los elefantes, pero ésta sólo le sirve para localizar los sitios que anteriormente visitó y consiguió agua o comida. Es más, seguirá visitando sitios donde antes consiguió, por ejemplo, agua y encontrar que el río que allí había ha desaparecido, su memoria les hace recordar sitios visitados hace mucho tiempo, pero no les capacita para que esa información sirva para lograr otras alternativas. Su función primordial es recordar localidades donde existió o existe agua o comida y de esa manera sobrevivir, su primordial y único objetivo.
Esa gran memoria de estos paquidermos, como lo expresamos antes, su función básica es la sobrevivencia, pero lo que no pueden hacer estos gigantes, con esa gran memoria, es aprender, sacar de la información el “conocimiento” necesario para tomar decisiones, el de aprovechar esas experiencias vividas, de ese pasado, para tomar caminos alternativos, cuando así sea conveniente. El hecho de que estos enormes cuadrúpedos, vegetarianos (los más grandes animales mamíferos, son todos vegetarianos), no puedan razonar, es la causa de la no-utilización de esos datos acumulados en su memoria, sino solamente, para imaginar un solo camino por donde transitar, sin bifurcaciones ni devoluciones, es un objetivo que se les pierde si no ven hacia el frente, hasta allí llegó su memoria.
Los humanos, como animales racionales, tenemos la capacidad de aprender de nuestras experiencias y de ese modo, saber que hacer en un momento donde se necesite resolver un problema, aclarar un dilema o simplemente solucionar un conflicto o salir airoso de una situación critica. Los animales irracionales, como los que tratamos en este articulo, aunque poseen una gran memoria, aprenden por la imitación de sus padres o miembros de la manada (así aprenden todos los animales), de ese modo adquieren las herramientas necesarias para llegar a la longevidad, resolviendo las distintas situaciones que se le presentan, sin salirse del rol predeterminado, como un piloto automático perenne, acciona sólo con un único objetivo.
Cuando uno de estos mamíferos cuadrúpedos y vegetarianos, poseedores de una gran memoria, es domesticado, se usa para ese propósito, exactamente eso, su memoria prodigiosa. Les contaré algo; los domadores de elefantes, cuando estos están muy pequeños, los amarran en el tronco de un árbol, el inquieto animal, tratará en muchas oportunidades zafarse de la atadura, lo cual no conseguirá por la poca fuerza que en esos momentos tiene, hasta que eso lo convence de tal manera, que no seguirá en su intento, él sabe y su memoria se lo recordará siempre, que es imposible soltarse, por consiguiente no lo intentara más. Luego siendo adulto, sólo se tendrá que amarrar en un taburete y él permanecerá moviéndose de un lado a otro, pero jamás tratará de utilizar su poderosa fuerza, para desatarse, pudiéndolo hacer con suma facilidad. Es el mismo caso, de un loro, ésta ave, muy inteligente también, repite sonidos que escucha (palabras, canciones, nombres, etc), él sabe que recibirá un premio al expresarlas. Él repetirá las palabras, pero desconociendo completamente su significado, para él sólo es un ruido, un sonido, que puede imitar y por eso recibe su alimento preferido. Es exactamente el mismo caso de una cinta magnetofónica, allí aparecerán muchas palabras, pero solo se ha grabado sonidos, ruidos, que son repetidos sin que en ella quede nada a cuenta.
Los seres humanos, como antes lo expresé, aprendemos también por la imitación, en todos los momentos de la vida, pero nuestro mayor aprendizaje, se consigue, cuando nos comunicamos, cuando escuchamos a otras personas y utilizamos sus experiencias como nuestras, sin ser necesario experimentarla personalmente, es vivir muchas vidas en una sola, y conocer que el tiempo es un recurso escaso y de mucho valor, el cual no se recupera, ni puede se puede detener a nuestra conveniencia. El conocimiento adquirido al escuchar con empatía las experiencias ajenas, está considerado, como la forma más rápida de obtenerlo y la vía de menor dificultad y esfuerzo para conseguirlo.
No es sólo una simple expresión, cuando se dice, que el lenguaje, la comunicación, crea la realidad personal. Cada individuo, expresa su realidad, cuando se comunica, es según los estudiosos de la evolución humana, la razón por la cual el homo sapiens, evolucionó y se diferenció de los grandes simios, al hacer que sus cerebros se hicieran de mayor tamaño.
El recordar, como los elefantes, es importante, pero más lo es, saber utilizar ese recuerdo, esa imitación o esa experiencia vivida o escuchada, y convertirla en conocimiento, hacerla consciente, y transformarla en nuestra mayor herramienta y nuestro mejor recurso humano, un recurso con una característica muy peculiar, ya que es el único que se incrementa al utilizarse, a diferencias de todos los demás conocidos, que al irse consumiendo se agotan. Igual sucede con el cerebro, en el largo paso de la vida, desde mucho antes de los siete meses en el embrión, ya está perfectamente formado e inicia su aprendizaje al iniciar la creación de las conexiones neurológicas, primero al escuchar las voces de los padres y otros sonidos, como también las sensaciones que le producen las caricias maternales, y éstas no se detendrán jamás, hasta nuestra muerte, haciendo del ser humano u ser irrepetible y único.

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