EL SENTIDO COMÚN, NI ES SENTIDO, NI ES COMÚN

Trataremos de analizar esto en un campo real y cotidiano del término. Siempre hemos escuchado esta frase, cuando deseamos expresar lo que es para nosotros algo sobreentendido, natural, lógico, normal o lo que consideramos que debe ser así, y esa conclusión, nos da una seguridad y tranquilidad de que estamos en lo cierto y pensamos que todos los demás están de acuerdo con ello. Pero cometemos un desliz de apreciación, el “sentido común”, no es ni sentido, ni común, es más, ni siquiera es el sentido más común. Nuestros cinco sentidos, son altamente diferenciados, cada uno de ellos tiene una o varias zonas especificas en el cerebro, sus informaciones no se solapan, no interfieren con las otras, solo se complementan.
El hecho de expresarse así, se ha hecho muy común, pero la verdad que está muy lejos de la realidad. Ninguno de nosotros, es igual a ningún otro, somos seres únicos, y como tal característica, pensamos y actuamos de forma diferente y como consecuencia de ello, realizamos las interpretaciones y los significados de los hechos ocurridos, también de manera distinta y única. Esa diferencia, es la que nos hace tan especiales, por consiguiente, sería absurdo decir que los seres humanos, poseemos un sentido que es común a todos. En nada coincidimos, podemos tener opiniones parecidas, aun cuando el proceso que nos llevó hasta allí, sea diferente, si vamos al detalle, a la forma en que razonamos o interpretamos el hecho, observaremos, que la dispersión, y las divergencias conseguidas entre las opiniones, se hace cada vez mayores y distintas.
Somos tan distintos, que hasta los hermanos que nacen de un mismo óvulo, son distintos, no mucho en su apariencia (debemos tener presente, que ser parecido no es ser igual, es ser distinto) pero sí lo son en su conducta, en su personalidad, en las formas de realizar las cosas, de expresarse, imagínese usted las diferencias existentes entre otro dos o más mortales, entonces, el hecho del término “sentido común” es totalmente inoperante, cuando damos nuestra opinión sobre algo acontecido y que suponemos que su significado o la manera de interpretarlo, es igual para todos. Hasta nuestros cincos sentidos, son diferentes completamente en aspecto físico, en su manera de procesar la información que reciben y es también distinta la forma que el cerebro utiliza dicha información y la acción generada por ella. En casos, en que uno de los sentidos, por cualquier motivo, naturales o accidentales, deja de funcionar, los otros sentidos, o alguno de ellos, parecen saber esa minusvalía y se refuerzan haciéndose más agudos y eficientes y de esa manera equilibrar en algo la ausencia del otro.
Pero existe un punto que debo tratar, en la mayoría de las organizaciones, para no decir en todas, una de las principales cosas que hay que cumplir para su desarrollo y evolución, es compartir una misión y tener una “visión común”, ¿pero no es esto lo mismo que un “sentido común”? Claro, la visión es un sentido, pero en este caso solo es un artificio gramatical que he utilizado. Una visión común, es distinto al término “sentido común”, aunque sean ambos sentidos y comunes, la diferencia es que en el sentido común, además de lo dicho anteriormente, tenemos la sensación de algo inmediato, pequeño, pero en la visión común, o al compartir una visión, no significa que todos le demos las mismas interpretaciones y significados, cada cual lo hará por su propio camino, sólo que todos esos caminos convergen en la llamada visión común (que podría ser una meta, un objetivo, etc), además ésta última, es de una dimensión superior y también es mucho mayor en su perduración y logro en el tiempo.
Lo que sí debemos tener claro todos, es que aunque estemos de acuerdo en lo que vemos, no lo estaremos en lo que responderemos a esa visión común, cada cual, lo hará según su talento y de acuerdo a las herramientas que utilice para tal fin. Esa gama infinita de vías, es una de las características sobresaliente del ser humano, poder “elegir”. Eso te dará la oportunidad, de llegar al lugar que desees, si las decisiones y las elecciones realizadas son las adecuadas y las más satisfactorias, según sea la información recibida del entorno en ese momento.

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