EL CONFLICTO

El CONFLICTO Considerando el conflicto, como una desavenencia entre partes, donde cada una de ellas intenta lograr satisfacer sus intereses o en su defecto, encontrar la solución a una crisis y el mejor final, es que ambos bandos, queden conformes y compensados. Los conflictos pueden ser, laborales, familiares o simplemente, sociales. En cada caso, se intenta encontrar esa solución y que eso traiga la armonía y paz del conjunto. En la mayoría de las veces, que se intenta conseguir un consenso entre las partes en desacuerdos, los participantes en dicha discrepancia discuten para obtener cada quien lo que desea, sin ceder nada a cambio. Además, que pierden el tiempo rivalizando, por lo que cada quien quiere, sin analizar o considerar, la causa del conflicto, o las necesidades de ambos. Porque muchas veces, los conflictos son complementarios y esos no son conflictivos, aunque lo parezcan. Casi siempre, el resultado es algo obvio o sencillo de lograr. Pero la terquedad y las mentes cerradas, imposibilitan ver con claridad, el camino por el cual transitan. La visión tipo túnel, allí aparece, permitiendo solo la visibilidad, en una sola dirección, excluyendo o ignorando, las otras vías, que permiten ver el bosque, y encontrar la mejor solución. Este tipo de caso, casi siempre es familiar o social, pero el más complicado, por la diversidad de intereses y personajes involucrados, es el laboral, además que involucra en su posible solución, reivindicaciones de índole monetario, mejoras de servicios, crecimiento personal y un trato con sincero aprecio y respeto mutuo. Los expertos en la resolución de conflictos, tienen ciertas normas que deben seguir y todas ellas muy lógicas y obvias, como, por ejemplo: Conocer de primera mano, la información del caso y sus detalles. Que quiere cada bando y las posibles cosas, que se podría ceder, en ambas partes. Iniciar conversaciones con los líderes del conflicto en privado, para saber, si su pedido es válido y tienen fundamento. Ese es un buen punto de partida, ya que esa información, permite averiguar, lo que la empresa, está en capacidad de aceptar y también, cuanto, los empleados, aceptarían dar en contraprestación. Es en sí, un tira y encoge, donde la herramienta, más importante y de mayor uso, es la flexibilidad. Es imposible, ganar o resolver un conflicto, si no ceden ambos grupos, de allí que la mente abierta de ambos, debe prevalecer en todo momento, aparte, de que debe existir confianza y sinceridad en los planteamientos de ambos bandos, sin cartas bajo la manga. Otro punto importante de los expertos, o los encargados de la solución del conflicto, es ser muy objetivo y observar con visión holística, permitiéndose ver la totalidad del paisaje, y eliminar posibles bloqueos visuales, causado por cualquier obstáculo periférico. Jamás se debe tratar el caso de manera personal, nada de insultos, ni enfoques personales y orientar la búsqueda de la causa del conflicto, en las potenciales soluciones que beneficiarían a todos. Si eso no sucede, y uno de los bandos gana, perdiendo el otro, seguirá el conflicto y con mayores repercusiones, permitiendo que otras variables, entren a participar en él, haciendo, mucho más complicada y compleja su solución. El ganar/ganar, debe imponerse. De ese modo, no habrá insatisfacciones, que produzcan futuras desavenencias y resentimientos, originando nuevos problemas, que harían, más complicada su solución. En todos los casos, lo mejor es, que la empresa, en este caso, esté en constante análisis y observación del ambiente laboral, para tener la facultad, de visualizar con anticipación un conflicto, y de esa manera, prevenirlo. ¡Ah!! Otra cosa muy importante que debo agregar, lo que decía Peter Drucker: ir siempre con mentalidad de principiante, sin llevar en mente, nada prestablecido, y sin ninguna predisposición. Con esta actitud, se estaría en capacidad, de encontrar la mejor solución al conflicto. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela