La Comunicación entre cerebro y el cuerpo

Ahora es que se conoce que entre el cerebro y el cuerpo, existe una comunicación constante, que permite la estabilidad del organismo. En esta comunicación, de manera involuntaria, se compensa la temperatura corporal, se regula el latido del corazón, la tensión arterial, el sistema inmune, la respiración, etc., de parte del cuerpo al cerebro. Del cerebro al cuerpo, es más fácil de identificar, debido a que son órdenes, como por ejemplo: toma ese vaso, subes los brazos, etc., son órdenes directas y sencillas, como se puede ver. Este proceso interno, de comunicación entre cerebro-cuerpo, es un procedimiento preconsciente, realizado por las vías interoceptivas, que entrelazan al cerebro con el cuerpo y es de doble sentido, y da origen a algo muy importante para el organismo, que los neurocientíficos, han llamado “homeostasis”. Este proceso interno e involuntario, es el que mantiene a todo el cuerpo en condiciones óptimas, es una autorregulación de las propiedades de los organismos vivos, que consiste en su capacidad de mantener una condición interna estable, compensando los cambios en su entorno mediante el metabolismo, que es el normal intercambio regulado de materia y energía con el exterior (Wikipedia). Ya sabemos cuándo el cerebro le dicta una orden al cuerpo, al desear ejecutar una acción cualquier, como lo señalé antes. El cuerpo ejecuta la acción y punto, por ejemplo, sube la pierna. Pero lo interesante y complejo, es cuando el cuerpo le ordena al cerebro que hacer o necesita. En este caso, por ejemplo; el cuerpo le informa al cerebro que tiene hambre o sed, de inmediato esta acción hace que los pensamientos se descontrolen, se alteren y al instante se desarrolla, lo que se ha llamado “atención selectiva”, dirigidas a la búsqueda de comida o de agua, abandonando otra acción para dedicarle a esta la mayor interés y energía. El cerebro, como cualquier músculo, necesita de la energía de la glucosa, del oxígeno y de la sangre, para funcionar. Siendo el cerebro, aproximadamente el 2% de nuestra masa corporal, consume el 20% de la energía que produce el organismo diariamente. Esto se ha podido comprobar en experimentos de laboratorio, donde se demuestra que cuando realizamos alguna actividad que necesita atención y concentración mental, como la resolución de problemas de matemáticas, se observa un mayor consumo de glucosa por parte del cerebro, se acelera las pulsaciones del corazón, lo cual nos dice que necesita mayor cantidad de sangre, para realizar dicha acción. Esta comunicación del cuerpo al cerebro, lo podemos verificar, haciendo nosotros mismo este experimento: si estamos deprimidos, por alguna razón, significan que hay pensamientos negativos continuos en nuestra mente, que hacen que este estado se profundice. Si cambiamos nuestra postura corporal, sonreímos, aunque no tengamos causa, o brinquemos varias veces, este nuevo comportamiento o cambio del cuerpo, hace que los pensamientos cambien y la depresión cesa. Otro: si lloramos y comenzamos a cantar o hacemos ejercicios, de inmediato el llanto se detiene. Es imposible llorar y saltar a la vez, quieres probarlo. Son muchos los ejemplos, donde al cambiar nuestro comportamiento, los gestos o la posición del cuerpo, hace de inmediato que surjan nuevos pensamientos, diferentes a los que tenías antes. Esto es un mecanismo, que podemos utilizar, cuando lo necesitemos, en los casos de estar tristes, deprimidos, o cualquier otro estado de pesimismo. Igual, si deseamos estar alegres. Sonríe, camina esbelto, mira hacia adelante, no al piso, eleva los hombros y haz movimientos armónicos, rítmicos y verás sus resultados. Todos al alcance de tu comunicación corporal. Jesuspirela9@mail.com Twitter:@japirela