SOLO UN SUJETO ES SUBJETIVO

En este escrito, se tratará de ver las cosas en un sentido diferente, para no decir contrario, al articulo titulado, Solo un objeto es objetivo, ya publicado anteriormente, en este mismo blog.
Son muchos y muy variados, los momentos donde vivimos situaciones en que estamos directamente involucrados, es en esos casos, en que me referiré, no en los casos, donde estábamos situados a una distancia tal, que podíamos observar desde ella, de manera fría y desapasionada, los hechos que frente a nosotros sucedían, y podíamos emitir una opinión, lo menos sesgada posible de cualquier caso en particular y que lo tratamos en el articulo anteriormente publicado.

Sabemos que cada persona, por su formación individual y única, por los estudios realizados y por las experiencias vividas, también muy personales, tenemos la capacidad de poder interpretar los eventos de una manera totalmente diferente a las otras interpretaciones de las demás personas, con esto quiero dejar claro, que ningún otro individuo, por más cercano a nuestra vida y experiencias – hermanos morochos, por ejemplo – tendrán de los acontecimientos vividos, iguales significados, no existirán dos personas, que piensen de la misma manera, aunque coincidan en presenciar muchas experiencias comunes. Cada uno, tendrá una realidad diferente y personal del mismo hecho.
Por ejemplo, estamos viendo una pelea de boxeo, de repente, para no hacer el cuento largo, uno de los boxeadores cae a la lona, producto de un gancho de derecha del otro contrincante, pero ¿que hemos visto la mayoría de las personas? Es posible, que gran cantidad de los observadores, hayan visto solo una parte, ya que el golpe que determinó, la caída del otro, no lo vieron, fue demasiado rápido, nuestra vista no alcanzó a ver la trayectoria del mismo, solo observamos su efecto demoledor, pero que dice el comentarista de boxeo de la televisión, el ha narrado y en tiempo real, todo, inclusive el golpe que no pudimos ver, el pudo detallar desde su inicio hasta la llegada a la mandíbula del oponente. Como pudo hacerlo, algunas veces, ni siquiera en cámara lenta, podemos verlo, pero el si lo vio, lo detalló, pudo observarlo desde su inicio, es que tiene acaso una capacidad especial?, no es una capacidad especial, es algo, que por su profesión, por sus experiencias, fue aprendiendo, a tal punto que es capaz de observar, lo que los demás no pueden ver.
Les planteo otro caso, dos profesionales, un ingeniero civil, el tro un especialista en flora o en fauna, podría ser un agrónomo, un botánico, o un zoólogo, etc., si ambos observan una carretera construida a través de la montaña, sus impresiones o sus realidades, podrían ser las siguientes: el ingeniero civil, adaptado más a los perfiles viales, se dará cuenta y así lo expresará, sobre el peralte de la vía, sobre la características de las cunetas de drenaje o del tipo de pavimento, el otro profesional, opinará, sobre la destrucción de árboles centenarios del lugar, y del cambio del ecosistema, que traerá ese tipo de construcción a lo largo de la montaña o del daño que se produce a varias especies en vías de extinción, como observarán, cada uno vera, lo que su especialidad, sus estudios y experiencia le permitan ver.
Por esa razón, es que cada quien observará cosas distintas, es más, supongamos que son dos personas de la misma especialidad, dos ingenieros, es posible, que de algo tan visible, como una carretera, sus opiniones sean coincidentes en algunas características generales, pero siempre habrá detalles distintos, dependiendo del estado de ánimo en que se encuentre, de las referencias que tengan en sus mentes o de la actitud predominante en él, todas esas cosas, y muchas más, hacen que tus apreciaciones, significados y pensamientos, sobre un mismo hecho, evento o circunstancia, sean diferentes a las de los demás – sobre estos distintos casos de apreciaciones y sus causas, las podrán encontrar, en artículos pasados publicados aquí –
Podemos seguir dando ejemplos de estos casos, pero antes les diré que una de las cosas que más influencia tiene en nuestras experiencias, y que es muy poco tomada en cuenta, son los acontecimientos lentos y graduales de nuestra vida cotidiana, la dificultad que se presenta, es que como son así, no podemos observar sus variaciones, sus cambios, los cuales suceden frente a nosotros. Cuando estamos involucrados, en ese tipo de circunstancias o eventos, hay muchas cosas que no vemos, aunque estemos presentes, es como si algo no nos permitiera ver, solo observamos lo más próximo, y algunas cosas, pero el bosque no lo vemos, hay árboles que me lo impiden. Seré más claro y para ello daré uso de una de las anécdotas más conocidas y usadas, pero que poco se toma en cuenta, hasta que el agua la tenemos sobre nuestra nariz, se trata de la fábula de la rana hervida, ella, la rana, se siente cómoda, feliz, cuando el agua está tibia, eso le agrada, pero jamás piensa que está siendo calentada. Sigue subiendo la temperatura, todo se hace lenta y gradualmente, ella siente su aumento, pero ese detalle, esa información, no es tomada en cuenta, es ignorada – eso siempre pasa y las consecuencias son ya conocidas – llega el momento de que el agua está muy caliente, ella entra en confusión, como no piensa, sigue ignorando la información suministrada por el entorno, hasta que queda imposibilitada de brincar, algo sencillo para una rana normal.
Los niños crecen todos los días, verdad?, pero los padres se dan cuenta de ello, cuando le quedan apretados los zapatos o su ropa es demasiado corta, pero sabemos que cada día aumentan de tamaño, es en esos casos que debemos procesar la información suministrada a cada momento por el entorno, es la importancia de la conversación, o tomamos datos, preguntamos, procesamos la mayor cantidad de información, etc., todas estas pequeñas cosas, me permitirían ver con más claridad el bosque.
Cuando estamos muy involucrados en un hecho, nos hacemos sumamente subjetivos, parcializados, solo tomamos en cuenta algunas, no todas, de las informaciones que debemos tomar en cuenta para actuar de manera adecuada y satisfactoria, es cuando formamos parte del paisaje y las cosas obvias - la rana hervida - pasan a ser invisibles para nuestros ojos, nuestra conducta, será totalmente parcializada, la ecuanimidad no la podemos lograr y las opiniones serán sesgadas, cortas, llenas de contradicciones, medias verdades y errores. ¿Queremos eso? ¿Deseamos seguir así? Entonces debemos tener cuidado con estas situaciones, debemos actuar de acuerdo a las informaciones recibidas, procesarlas, no ignorarlas y actuar en consecuencia, no sea que el agua se nos caliente mucho y muramos hervidos como la rana aquella.

jesuspirela9@gmail.com