Sincronización entre las células del cerebro y del corazón

Cuando un grupo orquestal está en plena actividad, llega un momento en que las células cerebrales de cada uno de los participantes se sincronizan, en otras palabras, ellas se activan haciendo que sus impulsos nerviosos se realicen en la misma frecuencia. Pero eso no es todo, está demostrado que también sus mentes lo hacen, formando una red-intrapersonal, que permite este acople entre los cerebros y el ritmo cardiaco de los participantes. Ellos perciben la influencia que ejerce el grupo en ellos, al realizar la interpretación colectiva. Se sabía que las células del corazón se acoplaban de manera que hace que el corazón se contraiga o se relaje en cada latido. Si eso no fuera así y ellas se activaran en diferentes frecuencias, no tendríamos vida y lo hacen, sin que exista un inteligencia en ellas o que una de ellas fuera la directora y dijera cuando hacer esto u otra cosa. Una célula cardiaca, no sabe lo que hace su vecina y con todo eso, realizan un movimiento acoplado, produciendo la máxima eficiencia del corazón. Los músicos al tocar una misma partitura, aparte de la concentración personal y perfecta coordinación de sus dedos y manos, ellos experimentan también que el grupo musical con sus gestos y acciones, estimula su cerebro y producen esa sincronización colectiva de que hablamos. La explicación de los científicos y lo han demostrado, es que cuando se interpreta una pieza musical en grupo, se produce una interconexión entre las redes neuronales de los intérpretes. Esto se observa al rastrear las ondas cerebrales emitidas por los músicos con aparatos especiales , y ver la coincidencia o sincronización de las mismas, con los demás participantes. Estas sincronizaciones colectivas, no solo se producen en grupos musicales, se da en los coros de cantantes, en los aplausos de una multitud, en los ritmos religiosos e himnos o cuando se realiza un deporte en grupo o cuando existe una conversación entre personas sobre un tema donde coinciden y se complementan. Todos de manera inconsciente acoplan sus movimientos, sus posturas y sus pensamientos. En estas situaciones y acciones, juegan un papel muy importante, las neuronas espejos, ellas aparte de estar muy relacionadas con la empatía, imita las emociones de las personas al ver sus gestos, movimientos, posturas y hasta intenciones. También se observa este acoplamiento en el ciclo menstrual femenino, si habitan varias mujeres en la misma residencia, por ejemplo. Los animales no se escapan del efecto de la sincronización, lo observamos en el canto de la chicharras, de los grillos, en los destellos luminosos de las luciérnagas, etc. En la física de la sincronización, los físicos también observan la manera en que la auto-organización genera la aparición del orden a partir del caos. En sistemas mecánicos, por ejemplo, un grupo de relojes de péndulos funcionando. Ellos al inicio comienzan con frecuencias pendulares diferentes, pero al tiempo, todos se sincronizan en una misma frecuencia pendular, igual sucede, si se utilizan metrónomos de péndulo sobre base plana. En todas estas sincronizaciones entre las frecuencias de las ondas neuronales o en los movimientos corporales, los estudiosos continúan averiguando cuanto más, podrían ser sus efectos en la eficiencia funcional de los sistemas orgánicos, para el logro de una mejor calidad de vida, tanto personal, como colectiva. e-mail: jesuspirela9@gmail.com Twitter: @japirela