SIEMPRE HEMOS VIVIDO DENTRO EL CAOS

Siempre hemos vivido dentro del caos y no nos dábamos cuenta de ello. Es la verdad, siempre hemos vivido dentro del caos. Aunque se diga que por la revolución de la información o por que estamos dentro de la era del conocimiento, o de todos los grandes pasos realizados en busca de la excelencia, del optimo rendimiento, de mas eficacia o mayor eficiencia, o que la física cuántica nos demostrara que las variables que utilizamos para tomar cualquier decisión o para verificar un fenómeno son infinitas o que la aparición del caos, nos obliga en este momento a tomar medidas distintas que antes, es un error, siempre han existido todas esas implicaciones e interdependencia, siempre las partículas elementales se han comportado igual, solo que es ahora que nosotros nos hemos dado cuenta de esa vieja realidad.
La estabilidad, ese estado que crea el equilibrio, donde nada entra y nada sale, es un estado de eterna quietud, donde nada evoluciona, donde nada se aprende, eso es, en otras palabras la muerte, que tiene en la eternidad su lecho de descanso. Gracias a los adelantos científicos, que nos han permitido realizar un cambio de actitud, para ver con claridad, que el crecimiento y desarrollo humano, y que la adaptabilidad al entorno es la única fuente inagotable de conocimiento y vida, es que estamos utilizando sus teorías para conseguir muchas explicaciones, soluciones y resultados, que antes nos eran vedados por nuestra ignorancia.
Nos dimos cuenta que todo estaba dentro de nosotros, ese nuevo enfoque que obtenemos al conocer un poco más nuestras propias emociones, al estar consciente que según sean los pensamientos, así será nuestra expresión corporal y viceversa, que al tener la presencia de una emoción negativa, al cambiarla por una positiva, el panorama cambiaba de inmediato, consiguiendo salidas exitosas, respuestas favorables y mucho más momentos de felicidad.
Pero la vida es así, se va aprendiendo mientras estamos en movimiento, cada paso es vital, al adelantarnos conseguiremos información que de inmediato utilizaremos para dar el otro paso en el camino de la evolución, de la adaptación a ese medio inhóspito al principio, pero que luego es controlado o dominado por el conocimiento que se adquiere de verlo, sentirlo, escucharlo u olerlo, todo los que nos llega por intermedio de nuestros sentidos es procesado, consciente o inconscientemente por nuestro cerebro y este aprendizaje nos permite continuar viviendo, pero en estados de mayor beneficios, más felicidad y tranquilidad.
Luego, cada adelanto, cada cambio conseguido, cada situación diferente, nos hace comportarnos de manera diferente, con una actitud distinta, acorde de los eventos, de esa forma vamos recorriendo la ruta preestablecida, seleccionada, teniendo a la vista el próximo objetivo, la meta deseada.
Si somos observadores, podemos darnos cuenta de que el trato con el entorno es cambiante. Nos comportamos de manera diferente, según la persona y la situación. La conducta de una matrimonio o de una pareja, es distinta a la que tendrán con otras personas, el comportamiento que tengamos con las otras personas, seamos nosotros padres, madres, hermanos o simple ciudadanos, es según el atractor existente, y aquí volvemos a caer en el caos, sabemos que un atractor es un modelo de comportamiento, es una conducta, seudo determinista que habita dentro del caos, es una especie de esquema mental, de actitud asumida por cada uno de nosotros, de acuerdo a la situación presente.No tratamos a los amigos de manera igual, cada uno determina una compostura característica, es como una marca que tiene cada experiencia por la cual nos relacionamos, estamos pasando en cada momento a atractores distintos, cada uno de ellos tiene una causa distinta, y por consiguiente sus efectos también lo serán, pero aun así, se mantendrá el modelo con las modificaciones producto de la relación y de la situación.
Estamos continuamente obteniendo información, aprendiendo, cambiando y adaptándonos al medio. Los amigos pueden seguir siéndolo, pero los cambios efectuados, incrementaran, disminuirán o alejaran, la cualidad de dicha relación, cada instante es una posibilidad mas de adelantar, de acercarte o alejarte de la meta universal que siempre buscamos, la felicidad y la paz. El hecho que sea ahora que nos demos cuenta que vivimos en la complejidad, no significa que antes no sabíamos responder a las adversidades, o encontrar una solución beneficiosa a una situación de crisis, o saber cual actitud tener, o cuando cambiarla, ante eventos de extrema urgencia, solo que ahora ya aprendimos que los problemas, realmente no son el problema, sino la manera que lo enfrentemos, la forma en que lo interpretamos y los significados que a el le demos. Si nos escucháramos, si pusiéramos mas atención a las voces ocultas, las alarmas que nos señalan las emociones, si atendemos un poco mas a nuestra intuición, estaremos mucho mejor preparados para dar siempre otro paso, y de ese modo avanzar a niveles superiores de excelencia, calidad y éxito.


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