CUANDO HACES ALGO Y LUEGO TE SIENTES MAL, ES PORQUE........

En este proceso de aprendizaje en que estamos involucrados al vivir, esto se presenta en muchas ocasiones. Cuando haces algo y luego, casi de inmediato, te sientes mal, seguro es porque, no actuaste con un criterio honesto. Me explico: Ese arrepentimiento que nace, luego de una acción realizada, es provocado por una de estas razones. Por causa de orgullo, flojera, descuido, testarudez, displicencia, etc. Eso nos deja un remordimiento que no nos deja, muchas veces por varios días.
Además es causa de muchos inconvenientes, desacuerdos, discusiones y momentos de molestia y angustia interior. Sabes que debías y podías haber respondido de otra forma, pero no, hiciste todo lo contrario, algo estúpido, que aunque casi siempre es una tontería, es la causante de múltiples instantes de desagrado y malestar y que puede enconarse, multiplicarse, causar males mayores al transcurrir el tiempo.
Es un paso obligado en esta cadena, de enseñanza-aprendizaje a que estamos involucrados. Al responder o accionar de una especial manera, ante una situación cotidiana. Caemos en ella en muchas oportunidades, y siempre con las mismas o mayores consecuencias. Es como tropezar dos veces con la misma piedra. Hasta que no captamos su importancia, hasta que no aprendemos su lección, jamás nos abandonará de manera definitiva.
Luego de una respuesta dada de este tipo, de inmediato se apodera de nuestro pensamiento su efecto maligno y destructor. Pensamos en las otras formas que debimos haber actuado o respondido. Nos damos cuenta, de que no nos costaba nada haber actuado diferente. Sentimos que fue una oportunidad de realizar algo constructivo y haber cooperado de inmediato, por ejemplo. Pero se nos paso, nuestros prejuicios, defectos, o una estúpida respuesta altanera, nos dominaron y respondimos, sin aprovechar esa situación y crecer y contribuir a crear instantes de comprensión y bienestar.
Analicemos el pasado y nos daremos cuenta de que nuestro accionar fue negativo, contraproducente, tonto y sin fundamento alguno. Solo respondimos, quien sabe porque razón. Pero cada golpe nos hace recapacitar, vamos aprendiendo, muchas veces poco a poco, golpe a golpe.
Cuando realmente aprendemos, la vida cambia. No solo para ti, sino para otras personas de tu entorno. Primero, al suceder y haber respondido de forma equivocada, es indispensable disculparse, decir lo siento y remendar de alguna manera el capote roto. En las sucesivas situaciones, ya actuaremos más consciente de la situación y de inmediato respondemos de una manera adecuada. Nos damos cuenta que las situaciones frustrantes, no se hubieran aparecido, si hubiéramos cooperado y contribuido de la mejor forma.
El aprender a controlar ese pequeño momento, nos producirá grandes satisfacciones. La vida se hará más placentera y disfrutaremos mucho más de las personas que nos rodean. Los instantes molestos, de remordimientos y descontentos, desaparecerán. Cada persona sabrá dar la respuesta más conveniente en cado caso, expresará sus disculpas y sentimiento, pero todas deben tomar en cuenta lo siguiente: No debemos competir con nadie, <>, no nos comparemos, siempre hay algo por encima y algo por debajo. No juzguemos, ni critiquemos a los demás, cada persona tendrá sus razones que refuerzan el actuar de una manera específica <>, eso es otra cosa.
Si cumplimos esta especie de mandamientos, la vida será más productiva, satisfactoria y armoniosa. No es tan difícil.
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